noviembre 03, 2009

PAEZ IMPERIAL.


Foto:Dolores Scotta vía Facebook

“Gano yo”, dijo Fito Páez cuando le aclamaban desde la platea del Teatro Maipo que tocara “Polaroooiiiidddd”. Ayer por la noche, un grupo reducido de espectadores pudimos disfrutar de las últimas Sesiones Imperiales. Esta vez, con Fito Páez sólo en un piano de cola que sonaba increíblemente bien. Y muy bien acompañado de un excelente sonido y una decoración de lujo en un teatro precioso.

Y ganó él. Dio un recital cuyo repertorio fue su disco “Rodolfo” de corrido, casi sin interrupciones. Los fanáticos tuvieron que aceptar las reglas del juego. La frase “una que sepamos todos” resonaba en el teatro pero Páez tenía razón: ¿Por qué tocar a pedido cuando la propuesta era otra? Eran 90 minutos, era un recital único y era su música. Debo reconocer que desconocía todo el disco Rodolfo. Y que Páez para muchos significa recuerdos de juventud. Y por qué no, una referencia a Charly, a Spinetta y a Mercedes Sosa.

Por eso, quizás, el público permaneció aletargado hasta que llegó el Bis y Páez cantó, a capella, Yo vengo a ofrecer mi corazón. Creo que la negra Sosa estaba en el aire y a muchos se les erizó la piel. Y todos despertaron con el popurrí final de hits. Esa platea no sólo se despertó, empezó a cantar, a aplaudir, a llorar. Y así fue como el recital democratizó las expectativas de todos. Porque hubo para todos los gustos y porque nos ofreció, también, un concierto exquisito de piano: toca muy bien, suena muy bien. Terminando la velada, Fito estaba afónico, traspirado y se notaba que ya había hecho su mayor esfuerzo por complacernos. El objetivo de Sesiones Imperial estuvo más que cumplido: asistir a una sesión tan cercana como inolvidable, que de de qué hablar y cantar. Ganamos todos.
créditos:

http://www.buenosairesladob.com.ar/?p=3737




1 Comments:

Anonymous Alice said...

Wow, qué emocionanteee. Qué lástima no haber estado ahí! Gracias por la nota y las fotos!

6:03 p.m.  

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