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Por Patricia Dibert /Fotos de Leonardo Vincenti
Fito comenzó su serie de conciertos en El Círculo con entradas
agotadas. En el primer show, repasó todo 'El amor después del amor' y
se vieron históricas imágenes. Con Coki y Vandera como invitados, el
show es una celebración amorosa que reúne a Fito con su gente y con su
historia.
Un poco antes de las diez, comienza a sonar la máquina de ritmo que
desencadena El amor después del amor, el público salta enfervorizado. Se
escucha la voz de Fito, pero sólo eso. La gente canta, salta, levanta
los brazos. Se define el tema, locura colectiva y allí esta él. Veinte
años después. Fito sale de traje negro y baila sobre el escenario. El
teatro El Círculo, lleno, estalla. Entradas agotadas para las tres
funciones de esta celebración, a dos décadas del disco más exitoso de la
carrera de Páez y el que más vendió dentro del rock nacional.
“El amor después del amor” largó en Rosario, un público que participa
y canta y baila, y sobre todo escucha, quizás la punta sea la edad de
la platea: el 70 % de los presentes en la primera función de esta serie
de conciertos veinte años después, son muy jóvenes y no participaron del
fenómeno del disco más exitoso en la carrera del rosarino, pero todos
cantan los temas, los conocen, los festejan, son en mayoría chicos y
chicas, y algunos cuarentones que siguen la sucesión de canciones
conocidas.
La banda de Fito está elegantemente vestida, saco celeste y pantalón
negro. El grupo se adapta al sonido original de las canciones y suenan
como sonaron hace 20 años. “Esto es Rosario”, dice Páez, y la gente
grita. Tres pantallas verticales muestran a Celeste Carballo y Fabiana
Cantilo, es el momento del Honey honey honey Babe
y ya dejemos de llorar de “Dos días en la vida”, conservado la
frescura de Telma y Louise, ellas desde la pantalla se adaptan al signo
de los tiempos y ponen de nuevos sus voces a la canción más divertida de
“El amor después del amor”.
“En el mundo pasa de todo, pero de esta noche sólo saldrá buena onda”,
dice Páez, y arremete con Media Verónica, donde Mariano Otero se
destaca en el bajo, por cierto es una curiosidad de esta gira la
incorporación del contrabajista que tiene una sólida carrera solista en
el jazz, como fueron sus participaciones en ediciones del Festival de
Jazz de Rosario. Siguiendo la lista de temas original, vino después el
contagioso “Tráfico por Katmandú” y la perlita “Pétalo de Sal”, que
contaba con la voz invitada del Flaco Spinetta, Vamos a cantar con él por primera vez esta canción en Rosario
dijo Fito, y los memoriosos recordaron que cuando se presentó este
disco en el cubierto de Newell’s, Spinetta no había podido venir a
Rosario y quien lo reemplazó fue Fabián Gallardo, músico del grupo de
Fito en ese momento. Así, con una cuota importante de sensible emoción,
las 1300 almas cantaron junto al Flaco y a Fito “yo te entiendo bien, es
como hablarle a la pared y te imagino dando vueltas en el vecindario”.
El rostro de Luis Alberto Spinetta se vio en las pantallas.
“Piazzolla, Jobim, García, el tango, todo junto es Tumbas de la gloria”, dijo Fito al comenzar esa canción.
Después siguió “Sasha, Sisi y el Círculo de Baba” (con las imágenes
del video clip protagonizado por Cecilia Roth y Eusebio Poncella junto a
un Fito de larga cabellera ondulada y veintipico de años). La
historia es muy simple, él se va a hacer sus petates y tarda dos o tres
días, ella se enoja y entonces él le hace “Un vestido y un amor”,
explica Fito y comienza a sonar como la primera vez aquella canción de
amor que emocionaba a todos y era el símbolo sonoro de la relación de
Fito con Cecilia Roth. Siguiendo con el clima Fito fue por más: “Todavía funciona. Piazzolla, Jobim, García, el tango, todo junto es “Tumbas de la gloria”,
y las dos canciones se convirtieron en un momento especial con todas
las voces cantando juntas. Inoxidable en el tiempo, ésas fueron las
canciones de amor de “El amor después del amor”, y hoy siguen sonando
frescas y románticas, con una puesta de luces idéntica a la original,
que provoca la misma sensación de belleza.
Bienvenidos 20 años después a la Gira Mágica, gritó Fito de
pié al frente del escenario, y la fiebre del público estalló, bailando y
saltando mientras agitaban las remeras en alto. En las pantallas se
vieron fotos de archivo en blanco y negro donde se puede ver a un joven
Fito sentado al piano, sus amigos y colegas. Aparece Charly García y
canta su frase desde las imágenes grabadas, después Andrés Calamaro
reproduce su parte en el original de “La Rueda Mágica”. Continúan en el
orden del disco original, “Creo”, y “El muro de los lamentos”, con la
gran Mercedes Sosa bailando desde la pantalla, reemplazada esta vez por
la colombiana Adriana Ferrer, la cantante de melena afro y sensuales
movimientos que integra actualmente la banda de Fito, logrando una
performance diferente a la versión original de Mercedes, que en toda la
gira de hace 20 años fue interpretada en vivo por Liliana Herrero.
“Vamos contra la muerte”, gritó Fito, y allí estaba la segunda ausencia
de estas dos décadas.
Coki y Adriana Ferrer. Foto gentileza de Selene Debernardi.
“La Balada de Donna Helena” sonó igual al original, con las imágenes
de la ficción que protagonizaron Susú Pecoraro y Alejandro Urdapilleta
en un proyecto que intentó llegar a mediometraje. “Brillante sobre el
mic” marcó el comienzo del final del recorrido. Un clima de celebración
se vivió con la gente cantando Hay recuerdos que no voy a borrar, personas que no voy a olvidar….
Y el último tramo fue una eufórica “A rodar mi vida” que se escuchó con
Fito sentado al piano mientras bailaba moviendo sus rodillas de lado a
lado, se lo veía contento y disfrutando.
“Quiero ver más gente salvaje en la calle, pero de verdad no al
pedo”, pidió Fito en clara alusión a los cacerolazos del 8N que se
realizaban en varios lugares del país. Si bien Fito estuvo bastante
moderado en su comentarios, en otro tramo pidió dejar “afuera la mala
leche, los que quieran quejarse que se queden allá”, como expresó ante
de “Dar es Dar”, la canción que alguna vez sonó en actos oficiales.
El repaso había llegado al final del recorrido y todos estaban
contentos de haber escuchado una banda de sonido común. Pero a juzgar
por las edades, para muchos era la primera vez, y para los más grande,
fue la posibilidad de volver a sentir las sensaciones de hace 20 años.
Un pedazo de vida, de esta vida de todos.
Tras un pequeño intervalo vino una segunda parte, con el tarareo de
La La La sonando mientras en las pantallas, se veían los rostros de la
tapa del maravilloso disco de Spinetta- Páez. En la segunda parte Fito
se sentó solo al piano para hacer fragmentos de algunos históricos, como
“Cable a tierra”, “Y dale alegría a mi corazón” y “El tema de Piluso”.
Llegó el momento de abrir el juego a los invitados, y Vandera fue
presentado para hacer junto la banda de Fito, su tema “Si no lo hace”
incluido en el álbum W. Siguieron después “11 y 6”, “Circo beat” (power
dance de alto alcance) una versión un poco furiosa de “Naturaleza
Sangre”, y la potente y sugestiva “Polaroid de Locura ordinaria”, con
algunos arreglos distintos. Llegó posteriormente el turno del mascarón
de proa de los conciertos de Fito, “Ciudad de pobres corazones”, que
suena siempre con las mismas patas de elefante de hace 25 años.
Aplausos, cantos, gritos y Bises. Subió Coki (de elegante saco de
satin) para hacer “Espaldas pesadas” y logró hacer rockear a todo el
escenario. Después vinieron “Dar es Dar” y “Mariposa Tecknicolor”, ya
como broche final.
Un total de 26 canciones que se escucharon en más de dos horas de
concierto. Una reunión afectuosa que mantiene Fito con su público,
todos contentos y agradecidos. Algo de ese sentimiento compartido se
percibe durante todo el show, Fito está en casa y repasa con los
presentes pedazos de historia de los últimos 20 años. “El amor después
del amor” es eso, lo que se ve en las pantallas y se respira en el aire,
músicos, amigos y familiares, y el público, por supuesto. Es el disco
más importante de su carrera, lo que genera que este sea también un
caluroso repaso de su transito. Fito sigue rondando, el amor está
intacto. Hay dos funciones más, pero ya no hay boletos para el viaje.
2 Comments:
Según Patricia Dibert, Fito hizo un cover de Calamaro! jaja
Me hubiese encantado poder estar en tu ciudad natal, por razones economicas me fue imposible. Es tanto lo que nos transmitis con cada una de tus canciones, esa emocion que es muy dificil de describir. Te amo Fito, amo tu musica. Gracias por todo lo que nos das y haces sentir!!!
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