noviembre 21, 2005

La Revista Española "efe eme" saca su Nro. 3º Extra, con Sabina


Especial efe eme nº 3. JOAQUÍN SABINA (parte de la nota)

Toca el capítulo Enemigos íntimos. Antes hablabas de cómo puteaste a Fito Páez.
Nos puteamos mutuamente. En realidad somos amigos y nunca dejamos de serlo, cuando estalló lo que estalló fue por una indiscreción de un gilipollas que estaba en medio. esos versos yo se los había mandado a Fito por carta privada y un amigo mío que no era tan amigo, fue a una televisión tipo el tomate a leerlos y entonces claro, estalló un pequeño escándalo . Pero era un pequeño escándalo sobre nuestras diferencias, que ya las habíamos arreglado entre nosotros
Sin embargo, parece que antes del asunto del vídeo, que fue el detonante último que generó los versos, ya durante la composición y la grabación los problemas estaban ahí.
Es un disco que nunca debimos hacerlo, aquello era...
¿Un choque de planetas?

Claro, no solo por nuestros estilos diferentes, nuestros modo de trabajar eran completamente incompatibles, yo soy muy desordenado, trabajo muy a deshoras, me tomo mi tiempo. Fito se levanta por la mañana, empieza a escribir una canción y a las 7 de la tarde ya está grabada con metales, con una orquesta sinfónica. Y a mí eso me volvía loco. Nunca parábamos. Yo le decía “vamos a oír esto, lo retomamos y lo repensamos”, pero no había modo todo se hizo muy deprisa. Él tiene un desmesurado talento. Puede hacer 500 canciones en dos meses, yo no. Pero no solo las puede hacer, las puede grabar, yo no.
¿Los choques eran, por eso, por la manera de trabajar?
Sí, Fito estaba de pronto dirigiendo una orquesta sinfónica para el toque final de una canción y yo no había acabado la letra, entonces llegaba, le interrumpía y le jodía, escupíamos...
¿Eras consciente de que en esa grabación te estabas poniendo musicalmente en sus manos?
Era consciente desde el principio. Fito me llamo y me dijo “Estaba en Sao Paulo borracho, he alargado la mano, he cogido un disco, lo he puesto. Era un disco tuyo y he pensado que me encantaría hacer un disco contigo”. Desde el primer momento supe que el disco que hiciéramos era el disco de Fito, no el mío. De hecho le propuse hacerle sólo letras y que fuera un disco suyo. Peto luego nos hicimos muy amigos y la cosa se desarrolló en “vámonos , vámonos” esa cosa de euforias incontroladas y acabamos haciendo un disco entre dos que no era mi disco ni lo es. De hecho hay gente, Serrat por ejemplo que piensa que es un disco maravilloso, yo no lo pienso así. Pienso que es un buen disco de Fito, pero no mío.
A mí me parece un buen disco de los dos. Daba una imagen musical tuya muy distinta a la habitual y que funcionaba perfectamente, era como po­nerte un traje distinto. El riesgo se agradecía.
Pero el traje me venía demasiado corto o demasiado largo. Nunca me encontré cómodo con él. Fito es un artista muy completo, de letras no tanto, pero de todo lo demás sabe lo que no te puedes imaginar.
Igual más que “de letras” es “de ciencias”.
Sí, de ciencias de la información (risas). El caso es que él conoce todo el proceso de composición y grabación de un modo acojonante, además se emplea completamente a fondo, no delega nada, con lo cual yo no tenía hueco. Varias veces, pero varias, le propuse que yo le pasaba las letras y él sacara un disco por su cuenta, pero no, quería que estuviéramos los dos. Además los dos, él y yo, queríamos hacer una gira conjunta por Latinoamérica y otra por España. A los dos nos venía bien, los dos nos queríamos mucho, pero llegó un momento durante el proceso de grabación que yo pensé “no me meto con este tipo en una relación en una gira ni muerto”.
El mas perjudicado, en todo caso, fue Fito, porque algunos tenemos la teoría de que ese disco y aquella gira nunca realizada iba a ser su puerta de entrada definitiva en el mercado español.No, el entró muy bien aquí diciendo que yo era un hijo de puta (carcajadas), (Dirigiéndose a la grabadora) Es una broma, Fito. ¡Fito, guapo!
(Gracias Elías desde España)
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