febrero 18, 2006

Nos vemos Hoy en Rosario 21.30hs.


Perdida es el tercer disco de Coki Debernardi, que esta noche presentará al público local, a partir de las 21.30, en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito, como parte del ciclo Artistas a cielo abierto en un show que tendrá como músicos invitados a Gonzalo Aloras, Carlos Vandera, Popono (Los Vándalos) y Fito Páez, quien cantará dos temas del disco. Acompañado por Tito Barrera en batería, Pana en bajo y Julián Acuña di Mauricio en guitarra y coros, el rocker local adelantó que el plan es tocar “de corrido”, el disco completo.
Los diez temas de Perdida van a sonar sin intervalos y según los números eso significa que “habrá 45 minutos de música ininterumpida que pueden resultar buenos porque le ahorramos a la gente el trabajo de aplaudir entre tema y tema y entonces si a nadie le gusta no te das cuenta” , dijo, en conferencia de prensa, Coki, líder de Coki & The Killer Burritos, una formación que fluctúa según el domicilio de sus músicos.
El “mito del rock rosarino” –según lo identifica la prensa porteña– que aclara “aunque nació en Cañada de Gómez” está un poco cansado de dar notas en las que le preguntan más de números y de hits que de música y canciones.
“El rock nació libre y hoy está atrapado entre números y números. No me quejo pero seguro que no es la parte que más me gusta”, dijo Coki después de decepcionar a un cronista que quería saber el nombre del hit del disco. “Es que no hay hit. Hay canciones y a mí me gustan todas.
En toda caso hay un tema de difusión que se llama «Tormenta»”, explicó Coki antes de otra decepción para las expectativas del mundo del espectáculo local: no será actor en la película que está filmando Fito Páez. Sin hit y sin pantalla, a Coki le queda, como al principio de todo, la música que hace.
Y mientras algunos cronistas parten un poco decepcionados de que Coki siga siendo, como bien dijo el periodista del suplemento Radar, Martín Pérez, “el secreto mejor guardado del rock rosarino, o –mejor dicho– una estrella oscura que no brilla más allá de Rosario”, el rocker habla de su disco.“Perdida es un disco de canciones de rock con muchas guitarras, que hace un recorrido por la música rock que todos hemos escuchado y sobre todo es un viaje que te lleva a diferentes lugares y que creo que conduce a un final muy esperanzador. Es un disco de acordes mayores, de mucho color”, explicó.
Coki dice que en Perdida –que es un disco más “crudo” que sus dos anteriores Mi parrillada y Un millón de dólares– “no hay trucos”: “Es un disco que tiene muy pocos recursos técnicos y el sonido que salió tiene que ver con una situación concreta que fue que cuando empezamos a tocarnos quedamos sin bajista.
Y en vez de convertirlo en un problema nos pareció que lo que salía nos gustaba y así se armó”.
Cuando Coki explica cómo es el mundo de Perdida –que en la tapa tiene una puerta que da a algo que no se sabe qué es– dice que “se imagina como una ciudad, un lugar lindo. Como que vas a entrar a un lugar que parece abandonado, pero que no lo está. Simplemente está perdido”.
Eso es lo que cuentan las letras que el músico escribió en una etapa ambulante de su vida: “Son letras que pude hacer donde podía porque estaba sin casa y vivía en hoteles, en lo de amigos. Y creo que algo de ese estado está presente en Perdida. Pero sobre todo lo que más me gusta es que los textos le hacen gamba a la música.
Por eso no pongo las letras en los discos, para que la letra sea algo que se escuche en el mismo nivel de la música”, explicó.
Ya instalado en su nueva casa, escuchando 12 Songs de Neil Diamond, The Strokes, Bill Evans y Liliana Herrero, “más equilibrado y seguro con su voz”, Coki espera el “gran salto”.
La estrella oscura del rock local, que supo darle música a la hinchada de Central con “Cae lenta”, dijo que le gustaría sacar un disco “el año que viene”, del que ya tiene “casi la mitad de los temas”. “Eso, quiero eso”, dice Coki, el rocker sin hit, iluminado, de pronto, por lo que vendrá.