abril 02, 2006

La noche que fuimos a ver a VANDERA Nota de L. Cerutti de Rosariorock.com

Bienvenidos al regreso de las canciones. Hoy vamos de Vandera. Berlín, tipo 23.
Difícil que haya lugar. Ya son las once y media y… banqueta, y gracias. Mucha gente y la atmósfera algo ochentosa que, o es por no desentonar en estos días de rodaje de época en el microcentro, o es una suerte de contagio potencialmente masivo.
Interior Noche
En efecto. Barra y luego banqueta, atrás por supuesto. Eso es pagar por impuntual, idiota. Y sí, lógico. Vandera se sube y enfrenta a un público, digamos… aplaudidor, casi por naturaleza, porque más que efusivo puede calificárselo perfectamente de "aplaudidor", esos públicos en los que los silbadores desentonan. Excepto al final. Ahí está bien. Entre tanto, se vino la Banda Inconclusa. Sí, era la original, pero inconclusa. El resto está en el "set" de rodaje, a tres cuadras. Y como Andrés era parte de los que arribaron, los aplaudidores se vieron en la obligación de reanimar los susurros, y en algunos casos, los codazos cortitos al contertulio más próximo. Sí, y a la salida firmó autógrafos.
Interior Noche/Show "Todo puede salir bien, todo puede salir mal" .
Vandera sentía cierto grado de compromiso con el público, lógicamente, y su decisión parece haber sido llegar a una sonoridad prolija, casi como en el disco, teniendo en cuenta que el marco es de presentación. Así que, no fue difícil meterse en la atmósfera de la Banda Original De Sonido De Una Película Inconclusa. El show fue compacto. Unos cincuenta, cincuenta y cinco minutos. Buen tiempo teniendo en cuenta que en el disco entraron doce temas en 34 minutos. El tercer trabajo de Vandera resulta particularmente sincero, y a mi juicio, muy gráfico. Es un disco casi de postales, o más bien de escenas, de esa película inconclusa que es su propia existencia y que, más allá de encontrarse inacabada, por supuesto, denota un firme comienzo.
Quizás sea por esto que, si bien el show fue prolijo y las condiciones técnicas no lo abandonaron (excepto en una ocasión en que, sabiamente, Vandera decidió retomar una canción desde el comienzo), fue una presentación un tanto gélida. Pero, tengamos en cuenta el contexto de café-concert-acústico (no íbamos a buscar estridencias) y esa misma cercanía a la gente que pareció entrar en momentos como una arma de doble filo, alentando al songrighter y, en ocasiones, llevándolo a efímeros momentos de mayor tensión –como cuando confesó encontrarse un tanto nervioso-. Nada fuera de lo normal. El vivo es un terreno que Carlos irá dominando a lo largo de las presentaciones y, sabido es, el escenario resulta complicado luego de tanto estudio. En ese clima fue que pasaron las doce canciones de Banda Original…, más algunos bonus (como "Fue", cover de Soda Stereo), más algún invitado como Coki (muy bien recibido), más una banda que, por inconclusa, no era la "original" del disco y sin embargo no sentó diferencia alguna.
Interior Noche/After
Vandera Reconfortante. Una noche más en la que decidimos oír canciones. Esas canciones que muchos insisten en llamar "nueva trova rosarina" o algo por el estilo y que, son en realidad mucho más universales que la mera coincidencia de ser todos ellos rosarinos (a saber, Aloras, Coki, Vandera, quienes padecen el mote, muy a su pesar). Y que de trova no tienen, sinceramente y por suerte, nada. Buen saldo femenino (les aconsejo estos acústicos muchachos, aunque ellas son las primeras en huir), y un final entre discos a la venta y saludos y cariños para Vandera, que hacía tanto no lo veíamos por acá.
Nota por: Leandro Ceruti