junio 19, 2006

Fito y el Intercambio Cultural.

Manel Montañés, de paso por Buenos Aires

Una inmigración sonora.

El catalán Manel Montañés fue una de las personalidades invitadas para el último Festival de Jazz y Otras Músicas y su visita no pasó inadvertida. El director del actual Mercat de Música Viva de Vic (Cataluña), uno de los eventos más importantes de la escena europea, y que le dio un lugar destacado en su programación a los artistas argentinos estuvo escuchando a nuevos grupos para la futura edición de septiembre de este año, ofreció charlas, y siguió de cerca el comienzo del proyecto de intercambio cultural Immigrasons, una coproducción musical argentino-catalana, con músicos de los dos países.
"Esta es la tercera vez que vengo al país, y si bien nunca dejo de escuchar a grupos de acá ni de llevarme muchos discos, este viaje estuvo abocado a explorar nuevos circuitos, como Córdoba y Rosario, y a ver cómo germinaba este embrión de Immigrasons con el cual estoy muy contento porque es el fruto de una idea de cooperación conjunta entre la Dirección de Música de la Ciudad de Buenos Aires y el Ayuntamiento de Vic", cuenta el director artístico del festival catalán. La idea de este proyecto conjunto, que nació de la cabeza de Manel Montañés y de Roberto Di Lorenzo (actual subsecretario de Gestión Cultural del gobierno porteño) reúne a músicos porteños y catalanes para que realicen residencias de intercambio en los dos países y compartan un repertorio común de canciones tradicionales y nuevas de la escena catalana y canciones argentinas como "Laura va", del "Flaco" Spinetta, o "Carabelas de la nada", de Fito Páez, con la dirección de Ernesto Snajer, por Buenos Aires, y Raúl Fernández, por Barcelona. Del combo catalán-porteño también forman parte Giovanni Di Domenico (teclados, acordeón), Guido Martínez (bajo), Mariano Cantero (percusión), Oriol Roca (batería), y la cantante flamenca Silvia Pérez Cruz (voz, percusión) que intercambiarán experiencias, músicas y arreglos.
"Es impresionante lo que ya se puede escuchar, teniendo en cuenta que sólo compartieron una semana de ensayo y lo difícil que puede llegar a ser un proyecto grupal en que los músicos apenas se conocen y vienen de tradiciones culturales y geografías distintas.
Pero acá queda probado que hay puntos coincidentes entre Buenos Aires y Barcelona por ese mismo flujo de la inmigración mutua, en diferentes épocas y por diferentes motivos", cuenta Manel Montañés, que se pasa buena parte del año buscando los sonidos originales de cada lugar que visita. Este experimento conjunto y sonoro que será presentado en septiembre en el Vic de España y en mayo de 2007 en el Festival Jazz y Otras Músicas en Buenos Aires estará acompañado de un disco y un documental que registre estas historias de ida y vuelta de los inmigrantes de uno y otro lado del Atlántico. "Nosotros venimos realizando este tipo de intercambios con otras regiones y buscando esa fusión de diálogos interculturales.
Ya habíamos realizado un proyecto con la región del Magreb; estamos pensando en hacer algo parecido con México, y ahora estamos entusiasmados por cómo pueda resultar esta idea de encuentro entre los músicos porteños y catalanes, que comenzó de la mejor manera posible acá, en Buenos Aires". Con la mira puesta en la futura edición del Mercat que dirige desde hace tres años, Manel Montañés reconoce que la idea del evento busca ser una puerta de entrada a Europa para los músicos de América latina. "De hecho, para muchos grupos de la Argentina que estuvieron en Vic se generaron muchas oportunidades -grupos como 34 Puñaladas pudieron hacer su primera gira por Bélgica-. Es que son escuchados no sólo por el público, sino también por productores de diferentes lugares de Europa." -¿Cómo reacciona el público europeo a las propuestas que llegan de la Argentina?-Se genera una empatía particular, porque se nota que detrás de esas músicas hay una historia de inmigraciones compartidas que reconocen. Hay un costado emocional muy fuerte que se juega en eso.
Por eso también pudo surgir un proyecto como «Immigrasons», porque desde ese lugar hay una historia común que nos une. Para los españoles, escuchar la música argentina es como mirarse un poco en su espejo, pero del otro lado del mar. Gabriel Plaza