noviembre 24, 2006

Fito Páez: la música es un asunto de sencillez y dificultad infinitas (La Jornada 24/11/206)


El roquero argentino se presentó el pasado miércoles en el teatro Metropólitan. "No hablo de Joaquín Sabina porque soy un caballero, pero es como una novia borracha"
ARTURO CRUZ BARCENAS

"¡Olé-olé-olé-olé! ¡Fito, Fito!" Muchas veces estas palabras de simiente futbolera en forma de coro se escucharon en el teatro Metropólitan, la noche del pasado miércoles. Durante más de dos horas, el público cantó cada tema del rockero argentino Fito Páez, aunque algunos escucharon en silencio, concentrados, con ánimo crítico.
Fito trae una banda que suena macizo y promueve su nuevo disco El mundo cabe en una canción. Hoy se presentará en el teatro Estudio Cavaret de Guadalajara, Jalisco. Sus músicos son Paul Dourge, bajo; Gabriel Carámbula, guitarras y coros; Gonzalo Aloras, teclados, guitarras y coros; Vandera, teclados, guitarras y coros, y Diego Arcaute, batería.
Eso que llevas ahí fue la primera de la noche. La conexión fue inmediata. La séptima interpretación fue La hora del destino, el primer sencillo de su nueva producción. Los asistentes la corearon y denotó el cariño por el autor de Circo beat.
"Lo importante no es llegar/ Lo importante es el camino/ Yo no busco la verdad/ Sólo sé que hay un destino", refiere la historia de una pareja de ladrones. La quinta fue El mundo cabe en una canción, de la que Fito dijo: "Nace primero como una música, después pude escuchar qué me quería decir esa música, qué había allí dentro y así llegué a la letra". Las palabras tienen un sentido muy profundo para Páez y no vienen casualmente a completar una canción. El mundo cabe en una canción es un tema político, en el sentido profundo de la palabra.
"Me encanta México, che, el tequila y besar a una mujer mexicana", expresó Fito. Nada que ver con Ferro.
Cuando el concierto estaba más prendido, Fito presentó ­en el encore­ a la cantante mexicana Susana Zabaleta, quien fue recibida con gritos de "¡vete!", "¡no te queremos!", "¿por qué la invitaste?" "¡Gócenla!", pidió Fito, pero sólo exacerbó los ánimos contra de la intérprete.
Ante la rechifla, Zabaleta se defendió a su manera: acusando al público de "perredista". Denunciaba que los asistentes se quejaban de todo. Cantó Yo vengo a ofrecer mi corazón y algunos aplaudieron. Fito la acompañó en el piano. Zabaleta abundó: "Hay que ser perredistas nomás para chingar, hasta que no se callen, cabrones, voy a cantar". Todavía permaneció en el escenario para corear El amor después del amor.
En total, Páez cantó 25 piezas, una buena parte acompañado de su piano.
"Paulina y Shakira representan un género híbrido sin historia"
En conferencia de prensa efectuada dos días antes, a Páez se le preguntó si para superar la pobreza musical hay que llevar la composición más allá de un cuatro por cuatro. Tarareó el inicio de la Quinta sinfonía de Beethoven. "Con esto Beethoven hizo esta sinfonía, con esta figura; no se trata de crear con cosas complejas, sino de jugar con los elementos que ofrece la música, que son infinitos, sencillos y complejos.
"Ni siquiera hace falta escuchar a Beethoven. Chabuca Granda, Agustín Lara o Armando Manzanero no tuvieron límites en la creatividad", señaló.
Sobre lo difícil que es llevar una carrera discográfica de manera independiente, aceptó que le ha costado mucho trabajo. En torno al amor, definió a éste de "sentimiento extraordinario. Tiene muchas formas, aunque inmediatamente uno tiende a pensar en el amor de pareja, pero hay muchas otras formas, maravillosas. Creo que es el sentimiento más hermoso; es dar sin esperar nada de nadie. Creo que la virtud del amor está en dar. Y es muy egoísta a la vez con eso de dar. Mientras más das..."
Ante la insistencia de algunos reporteros, aclaró que no tiene problemas con Joaquín Sabina. Los comunicadores revivieron un tema que fue noticia hace años. No obstante, con amabilidad contestó: "Son puterías, prefiero no hablar de eso porque soy un caballero. Si él anda diciendo cosas, es su asunto".
Azuzado por varios planteamiento puntillosos, dijo: "Opino que las palabras de Sabina son pura mentira. Joaquín es un mentiroso profesional". Y ya en el encono, remató: "Es como una novia borracha".
Por separado se refirió al éxito de cantantes como Paulina Rubio, Thalía y Shakira: "Ellas pertenecen a una idiosincrasia que no tiene nada que ver conmigo. Es un género híbrido que no tiene historia; esa música es más un producto, pero en fin, la libertad es libre".
No quiso hacer declaraciones de tinte político sobre México. "No me gusta opinar porque cuando un español o un gringo va a Argentina y comenta, me molesta: una vez dijeron que volamos mucho y por eso no vemos la realidad".