diciembre 11, 2006

Fito Páez ratificó su romance con los rosarinos en una noche soñada (Nota: Diario La Capital : 11/12/2006)

Unas cuatro mil personas asistieron al recital que el músico ofreció en el Anfiteatro
Foto: Sebastián S. Meccia.
Pedro Squillaci / La Capital

"Nadie es profeta en su tierra", reza una máxima, sobre la cual Fito Páez, por estos momentos, debe estar matándose de risa. Más de cuatro mil personas vivieron una noche soñada el sábado pasado en el Anfiteatro, en un fiesta a la que el rosarino calificó como "el mejor show de los últimos diez años". Fueron dos horas y media con una treintena de canciones de todas las épocas de Páez, con algunas joyitas perdidas en el arcón de los recuerdos, en un show tan completo que hasta incluyó la filmación de un video clip (ver aparte). Y si es cierto que el mundo cabe en una canción, no hay dudas de que los rosarinos la cantaron esa noche a orillas del Paraná.

A menos de cinco minutos para las 22.30, Fito salió a escena de traje negro, remera blanca y zapatillas, en medio de una ovación. "Eso que llevas ahí", el corte de su último disco, inauguró el coro de miles de voces, que iban de los 10 años hasta de más de 50, con la particularidad de que todos cantaban con el mismo entusiasmo.

Fito presentó una banda nueva, con la incorporación de su viejo compañero de ruta Paul Dourge, en el bajo, y el joven Diego Arcaute, en batería; más sus habituales laderos Gonzalo Aloras y Vandera, en guitarras, teclados y voz. Con esta formación arribó a un sonido no tan diferente a su grupo anterior pero quizá con más frescura y energía.

"Estoy en el lugar de mis amores". "Me han dejado entrar realmente en sus corazones, lo he visto y lo he percibido durante todo el tiempo que estuve rodando en Rosario". "Hoy están mis dos hijos aquí y estoy muy emocionado". Así Páez se aferraba cada vez más a la piel la camiseta de Rosario, y los coros de "Olé, olé, olé, olé, Fitó, Fitó" ratificaban ese romance.

"Fuga en tabú", de "Ciudad de pobres corazones", y "La Verónica", de "El amor después del amor" fueron dos de las perlitas que vieron la luz después de mucho tiempo. En "Dar es dar" se paró sobre una pasarela especialmente diseñada en el Anfiteatro y cantó de pie frente a miles de manos en alto, en una versión más rockera. En calidad de songwriter, allí también entonó "Al lado del camino", con estrofas recitadas, con un arreglo más rítmico comparado con la versión original.

El set invitados arrancó bien alto. "La oración del remanso", a dúo con Jorge Fandermole, fue una agradable sorpresa. "Esta es la música posta y no la mierda que se escucha ahora", dijo Fito, tras una interpretación que lo obligó a llevar sus agudos al extremo en los estribillos.

Vandera y Aloras demostraron su talento en plan acústico y Coki Debernardi entonó junto a la banda "Fue por amor" y, de su cosecha solista, "Linyera", con esa colorida voz disfónica, ratificando su estilo cada vez más auténtico.

La excelente "Cadáver exquisito", y los clásicos "11 y 6", "Rueda mágica" y "Polaroid de locura ordinaria" convivieron con "El mundo cabe en una canción", "Sargent Maravilla", "La hora del destino" y "Te aliviará", de su nueva producción.

En camiseta y solo en piano, Fito regaló un popurrí con fragmentos de "Desarma y sangra", de Charly García. y "Viento, dile a la lluvia", de Litto Nebbia. Para el final, la gente coreaba "Dale alegría a mi corazón" y Fito, sin cantar el tema, siguió alegrando la noche con "Circo beat", "Ciudad de pobres corazones" y "A rodar la vida".

El bis, con "Caminando por Rosario" y "Mariposa tecknicolor", sintetizó su declaración de amor a la ciudad que lo vio nacer. Hay amores que nunca se olvidan.
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Una cámara para enloquecer al público

A Fito no le bastó con filmar toda su segunda película "¿De quién es el portaligas?" en Rosario, ni el clip de su primer corte "Eso que llevas ahí", el sábado en el Anfiteatro se largó a filmar en vivo, con su equipo de producción, el clip de "Enloquecer", segundo corte de "El mundo cabe en una canción". Junto a Matías Gueilurt, en dirección; Fernando Zago, en fotografía, y Héctor "Nene" Molina, en cámaras, el tema que habla sobre el paso del tiempo sonó impecable. Estaba contemplado que se repitiese si algo funcionaba mal, pero no hizo falta. "Manden sus rayos al mundo", arengó Fito antes de la filmación, para comunicarle a los presentes el carácter histórico de ese momento. Con remeras al viento, todos pusieron su parte para que "Enloquecer" correspondiese la carga de adrenalina que fluía desde el escenario. Cuando estas imágenes recorran las señales de cable musicales, muchos rosarinos buscarán sus rostros para revivir un instante, por cierto, inolvidable.