Nota Oficial del Diario : La Voz 11/02/2007
Para que los oídos aprendan a convivir
Hay que aplaudir. Fito Páez actuó una hora y media y recibió una calurosa ovación en el anfiteatro.Todos los gustos musicales estuvieron representados anoche en Villa María.
El Festival Nacional de Peñas es un evento particular. Y no sólo por una programación que de ecléctica hasta podría parecer una ensalada, un anfiteatro que de tan ordenado parece un teatro, un público que de tan ávido por escuchar y aplaudir parece varios públicos. También es particular porque durante los días que dura prácticamente no altera el ritmo habitual de la ciudad.
Por la mañana, en los cafés se comentan las alternativas de la noche anterior, algún empleado de comercio o moza o taxista anda con las ojeras más largas que de costumbre por la trasnochada, pero ni aún así esa urbanidad típica de ciudad del sur descompone su cuidada arquitectura de (buenas) costumbres.
Anoche, después de una jornada soleada y calurosa, Villa María vivió su tercera jornada de festival, la del sábado, la del día en que mañana no hay que levantarse para ir a trabajar. Y la vivió con una programación que era una vuelta de tuerca más en ese desafío a las usanzas que es el Festival de Peñas. El rock del rostro humano de Fito Páez, la balada afolklorada –o viceversa– de Jorge Rojas, la cumbia imperecedera de Los Wawancó, el candombe y otras yerbas de Rubén Rada, el humor del Gato Peters y la tradición de Los Tucu-Tucu, además de las danzas de la Agrupación Folklórica El Tala, se combinaban en una grilla que a la vigilia podía considerarse, cuanto menos, atenta a buena parte de todos los gustos.
Bien pasadas las 21.30 las miradas asombradas apuntaron al sur, donde los fuegos artificiales comenzaban a rayar un cielo estrellado para apagarse después del estruendo en las aguas del Ctalamochita, o en la cabeza de algún espectador de las plateas, casi contento de formar así parte del espectáculo. A todo esto, la excelente orquesta estable del festival –en este año de celebración de los 40 reforzada con elementos de la Orquesta Metropolitana de Córdoba– ponía funky en el fondo sonoro.
La noche comenzaba y Miguel Borsato fue el primero en saludar. Enseguida llegaron Rony Vargas y Soledad –que en su segunda noche de conductora apareció más asentada– y después de presentarse entre ellos hicieron lo propio con Fito Páez.
A punto de ebullición. El show del rosarino, que duró casi una hora y media, arrancó con El mundo cabe en una canción, el tema con el que celebra la música argentina, desde La Máquina de Hacer Pájaros hasta Mercedes Sosa. Después saltó de disco en disco con Yo te amé en Nicaragua, Dar es dar y La Verónica, entre otros. “Olé, olé, olé”, cantaba la hinchada y Fito agradecía: “No hay amor más grande que éste y el de los hijos”. Al final, después de una enérgica versión de Circo Beat, enganchado con el rap de Tercer Mundo, el anfiteatro se puso a punto de ebullición. El público levantaba los celulares, a modo de antorcha ignífuga, para acompañar a Brillante sobre el mic y hasta una señora entrada en años con una vincha de Jorge Rojas bailaba como descosida, mientras el show terminaba con A rodar mi vida. Soledad, en su papel de presentadora concedía el bis aclamado a grito pelado, mientras se fundía en un abrazo con un Páez transpirado. Así es Villa María.
En la noche de variedad desmedida, llegaron enseguida la Agrupación Folklórica el Tala y el humor del Gato Peters. Mientras, detrás del cortinado del recargado escenario –que este año muestra un fastuoso despliegue de luces y una pantalla redonda en el fondo– se ponían a punto las perillas para la actuación de Jorge Rojas, uno de los números más esperados de la noche.
El ex Nochero llegó cerca de la medianoche para brindar un show similar al que viene presentando en los distintos festivales que anima. A esa hora el anfiteatro lucía menos lleno de lo esperado –unas 9.000 personas– y todavía tenían que pasar Los Tucu-Tucu, los Wawancó y Rada, para el cierre. El público, encantado.
Por la mañana, en los cafés se comentan las alternativas de la noche anterior, algún empleado de comercio o moza o taxista anda con las ojeras más largas que de costumbre por la trasnochada, pero ni aún así esa urbanidad típica de ciudad del sur descompone su cuidada arquitectura de (buenas) costumbres.
Anoche, después de una jornada soleada y calurosa, Villa María vivió su tercera jornada de festival, la del sábado, la del día en que mañana no hay que levantarse para ir a trabajar. Y la vivió con una programación que era una vuelta de tuerca más en ese desafío a las usanzas que es el Festival de Peñas. El rock del rostro humano de Fito Páez, la balada afolklorada –o viceversa– de Jorge Rojas, la cumbia imperecedera de Los Wawancó, el candombe y otras yerbas de Rubén Rada, el humor del Gato Peters y la tradición de Los Tucu-Tucu, además de las danzas de la Agrupación Folklórica El Tala, se combinaban en una grilla que a la vigilia podía considerarse, cuanto menos, atenta a buena parte de todos los gustos.
Bien pasadas las 21.30 las miradas asombradas apuntaron al sur, donde los fuegos artificiales comenzaban a rayar un cielo estrellado para apagarse después del estruendo en las aguas del Ctalamochita, o en la cabeza de algún espectador de las plateas, casi contento de formar así parte del espectáculo. A todo esto, la excelente orquesta estable del festival –en este año de celebración de los 40 reforzada con elementos de la Orquesta Metropolitana de Córdoba– ponía funky en el fondo sonoro.
La noche comenzaba y Miguel Borsato fue el primero en saludar. Enseguida llegaron Rony Vargas y Soledad –que en su segunda noche de conductora apareció más asentada– y después de presentarse entre ellos hicieron lo propio con Fito Páez.
A punto de ebullición. El show del rosarino, que duró casi una hora y media, arrancó con El mundo cabe en una canción, el tema con el que celebra la música argentina, desde La Máquina de Hacer Pájaros hasta Mercedes Sosa. Después saltó de disco en disco con Yo te amé en Nicaragua, Dar es dar y La Verónica, entre otros. “Olé, olé, olé”, cantaba la hinchada y Fito agradecía: “No hay amor más grande que éste y el de los hijos”. Al final, después de una enérgica versión de Circo Beat, enganchado con el rap de Tercer Mundo, el anfiteatro se puso a punto de ebullición. El público levantaba los celulares, a modo de antorcha ignífuga, para acompañar a Brillante sobre el mic y hasta una señora entrada en años con una vincha de Jorge Rojas bailaba como descosida, mientras el show terminaba con A rodar mi vida. Soledad, en su papel de presentadora concedía el bis aclamado a grito pelado, mientras se fundía en un abrazo con un Páez transpirado. Así es Villa María.
En la noche de variedad desmedida, llegaron enseguida la Agrupación Folklórica el Tala y el humor del Gato Peters. Mientras, detrás del cortinado del recargado escenario –que este año muestra un fastuoso despliegue de luces y una pantalla redonda en el fondo– se ponían a punto las perillas para la actuación de Jorge Rojas, uno de los números más esperados de la noche.
El ex Nochero llegó cerca de la medianoche para brindar un show similar al que viene presentando en los distintos festivales que anima. A esa hora el anfiteatro lucía menos lleno de lo esperado –unas 9.000 personas– y todavía tenían que pasar Los Tucu-Tucu, los Wawancó y Rada, para el cierre. El público, encantado.
La lista de temas: (Gracias Rafa por pasarla porque la tv no mostró el show completo)
01- El mundo cabe en una canción
02- Yo te amé en Nicaragua
03- Dar es dar
04- La Verónica
05- La hora del destino
06- Cadáver Exquisito
07- 11 y 6
08- Sargent Maravilla
09- Circo Beat
10- Brillante sobre el mic
11- Ciudad de Pobres Corazones
12- A rodar mi vida
13- Eso que llevas ahi
14- Mariposa tecknicolor
posted by ciudadfitopaez at 7:04 p.m.
4 Comments:
Ey Sandrus!!!!!!!! El acceso directo de tu blog al mio está mal, le sobra un http://
Bueno, besos y disculpá
maito
espero poder leer esto con calma, ahora ando justo de tiempo, saludos
buenisima la nota, realmente hay que aplaudir, ahora en casa suena ABRE y mi cxorazón delira...
saluditos, ya deje mi voto de hoy!
buenisima la nota??? lo vieron el recital?? la gente no respondio en ninugn momento!!! por favor q de metniras q dice ese nota!!! fito en circo beat quedo sumamente solo, la gente no respondia con los coros, todos esperaban a Rojas y fue con el, lamentablemente, q el publico se "levanto". bye
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