marzo 28, 2007

Nota: El Heraldo (Colombia, 28/03/2007)

La canción volvió a la palabra
Con Carlos Vives y el argentino Fito Páez, en concierto en La Plaza de la Aduana. El samario dijo: “Gabo, Aracataca te espera”, mientras que el argentino saludó: “lo importante no es llegar, lo importante es el camino”.
Por MARTHA GUARÍN R.
Cartagena

No sólo fue la estela de lluvia amarilla con la que el mundo de habla española cubrió el lunes al Nobel Gabriel García Márquez en Cartagena.
Canciones, palabras y aplausos llenaron la noche y el amanecer del martes, hasta las 2:25 a.m., como broche de oro de la primera jornada del Congreso Internacional de la Lengua.
“Gabo, Aracataca te espera, el Magdalena te quiere”, dijo el cantante de ‘Clásicos de la Provincia’, quien cerró el concierto en donde no estuvo el escritor, mas sí otros personajes, como el compositor Rafael Escalona y el industrial barranquillero Julio Mario Santo Domingo. Esa situación la aprovechó Vives para decir: ¿En qué nos parecemos Julio Mario y yo?
La gente gritó: en el billete.
El intérprete de ‘La gota fría’ complementó con estas palabras: “En que somos Caribe, en que nos gusta el vallenato y admiramos a Gabo”.
La actuación de Vives colmó todas las expectativas. Incluyó canciones que son sin duda obligadas de su repertorio, como ‘Carito’, ‘Déjame entrar’ y ‘Fruta fresca’.

Fito Páez rompió su esquema e hizo que el público coreara sus canciones a todo pulmón.
“Pero fueron aquellas conectadas al corazón divertido y romántico de los colombianos de la Costa las que desataron una euforia que contagió hasta al más duro de los asistentes. Así que ‘La hamaca grande’ puso a bailar a todos —me incluyo—, y ‘La tierra del olvido’ emocionó también a todos, y hasta las lágrimas, entre los cuales me anoto”.
Este testimonio y sentimiento son del periodista Juan Claria Arias Samaniego, quien llegó de Asunción, Paraguay, para enviar sus reportes del Congreso de la Lengua a los periódicos ‘La Nación’ y ‘Crónica’ y para el programa musical ‘El Mirador’, por Radio Montecarlo.
Al igual que el colega Arias Samaniego, allí, en la Plaza de la Aduana, catedráticos, estudiantes y académicos que llegaron de todos los rincones donde se habla el castellano al Congreso gozaron con el espectáculo que inició la peruana Tania Libertad, de quien alguna vez dijera el Premio Nobel de Literatura José Saramago: “Es la revelación de las alturas de la emoción a que puede llevarnos una voz desnuda, sola, delante del mundo”.
En esta presentación organizada por la Sociedad General de Autores y Editores y la Fundación Autor de España, con la colaboración del Ministerio de Cultura de Colombia, bajo el tema ‘Y la palabra se hizo música’, también estuvo en tarima Javier Rubial, con acento flamenco, como su tierra, pero inclinándose hacia el jazz y el rock.
Ni siquiera la música ni las palabras callaron cuando un cangrejo, de manera inesperada, llegó al escenario en momentos en que Leones Amancio Prada actuaba.
La peruana Tania Libertad abrió el espactáculo musical en la Plaza de la Aduana.
Luego vino Fito Páez, quien rompió hasta su propio esquema. Vino únicamente con su banda. Así que fueron su voz y los sonidos que él mismo le sacó al piano los que se encargaron de llenar la noche, al tiempo que todos coreaban sus canciones. “Lo importante no es llegar, lo importante es el camino”, dijo la estrella al saludar, para explicar que tuvo que viajar muchas horas para llegar hasta La Heroica.
En medio del tronar de aplausos, el periodista Juan Clari Arias Samaniego, emocionado, hace este comentario: “En este viaje, providencial para mi vida de periodista y melómano, comprendí con la simple alegría de un concierto, que Colombia no hubiera sido lo que es hoy con Vives, Juanes, Andrea Echeverri y Shakira, sin la imaginación del colombiano que ya no le pertenece a Colombia: Gabriel José de la Concordia García Márquez, Gabo para el mundo entero”.