junio 20, 2007

LA TROVA ROSARINA (NOTA : DIARIO LA RAZON)


CUNA DE GRANDES BANDAS Y ARTISTAS
La Trova rosarina marcó una época

Se cumplieron 25 años del primer show en Obras de la Trova rosarina, un grupo que cambió la música nacional para siempre.
JUAN CARLOS BAGLIETTO Y FITO PAEZ, EN PLENO AUGE MUSICAL EN 1982.


Rosario no sólo es cuna de grandes artistas, escritores, actores e intelectuales. En esa ciudad, talentosos músicos generaron un modo particular de concebir el rock nacional, que implicó una fuerte influencia en la música argentina y cuyos intérpretes mantienen en la actualidad su vigencia y popularidad.

En este contexto, la Trova rosarina es la banda que mayor representación tiene de este fenónemo. Los músicos que la integraban —Juan Carlos Baglietto, Fito Páez, Silvina Garré, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, Rubén Goldín y Lalo de los Santos (muerto en 2001), surgieron en plena Guerra de las Malvinas (1982), época en la que regía la prohibición de pasar música en inglés en las radios.

Estos rosarinos sintonizaron el desencanto político de los jóvenes que habían crecido en la dictadura y lo tradujeron en las historias que podían barnizarlas con aromas tangueros, folclóricos o latinos, según la ocasión.

Más allá de la melancolía —los músicos cargaron con el estigma de "tristes"—, el hecho es que en menos de un año estos jóvenes con barbas y pelos largos se transformaron en un suceso. En menos de 365 días dos discos: Tiempos difíciles se editó a principios de 1982 y se convirtió en el disco de oro en la historia del rock argentino (30 mil copias al mes y 130 mil con el tiempo). El 14 de mayo de 1982 dieron un show histórico en Obras que terminó por coronarlos para siempre.

Ese particular colectivo liderado por la voz de Baglietto y nutrido por canciones y músicos, irrumpió en medio de una Argentina que empezaba a quitarse el horror de la dictadura y significó una amenaza para una lógica cultural que pretende nacer y dirigirse desde Buenos Aires.

"Yo creo que en Buenos Aires se pusieron bastante nerviosos porque llegó una gente que traía un aroma diferente a lo que se olía, que arribó para jugar en primera", definió Fito Páez. En la misma sintonía, Juan Baglietto apuntó: "Vinimos a plantear algunas cosas interesantes que no se dieron en el marco de un plan pero que resultaron una buena coincidencia".

Si vocalista y cantautor fueron dos de los más visibles protagonistas de aquella epopeya, pudieron serlo por, además, nutrirse de otros nombres que también burlaron el paso del tiempo: Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, Rubén Goldín, Silvina Garré y el fallecido Lalo de los Santos. A ese elenco deben agregársele, entre otros, Sergio Sainz y Marco Pusineri (bajista y baterista de aquel grupo que llegó a Obras) y Héctor De Benedectis.