agosto 19, 2007

En son de Páez (La Voz del Interior, 18/08/2007)



Con una película a punto de estrenar y disco nuevo, el cantante rosarino parece dispuesto a derrochar su energía. Tocó 15 canciones en el 15° cumpleaños de MuchMusic, con algunos invitados de lujo: Pity Álvarez y Vicentico.



Carlos Schilling
Enviado especial a Buenos Aires


El traje de hombre orquesta no le tira de manga a Fito Páez. La semana que viene lanza un nuevo disco, titulado Rodolfo, donde canta sólo acompañado por su piano. En las FM ya se escucha el primer corte, Si es amor. Su película ¿De quién es el portaligas? tiene fecha de estreno el 13 de setiembre. Y fue el invitado de lujo de la fiestita de 15 de Much Music, el canal de videoclips más visto en la Argentina.

El cantante rosarino está con ganas de hacer cosas. Parece como poseído por el vehemente deseo de transmitir su energía al público. El concierto que ofreció a mitad de semana en la Trastienda de la ciudad de Buenos Aires fue como un certificado de salud emotiva. También se mostró amable e ingenioso cuando conversó con Maitena Aboitiz, en una entrevista para Íntimo e interactivo que se emitirá el 29 de setiembre.

Las condiciones estaban dadas. La gente de MuchMusic (que invitó a La Voz del Interior a cubrir el show) no se guardó ninguna moneda en la alcancía. Le armaron un escenario a la medida del músico: una tarima con un piano en el medio, con diseño de Javier Estebecorena. Y lo rodearon de un público receptivo, en el primer anillo de la platea: chicos y chicos con la edad justa y el ánimo apropiado para ser fans.

Había una ambiente informal en la sala de San Telmo. Antes de que Fito subiera al escenario, se grabó la introducción del programa de Maitena Aboitiz. Con un breve vestido negro que mostraba más de lo que ocultaba, la conductora pidió silencio y con la voz exaltada enhebró las tres o cuatro palabras que se dicen en estas ocasiones. Repitió la ceremonia una vez más, le dieron el OK, y todo quedó listo para el show.

Un rato largo después, Fito subió al escenario. Todo en su gestos y en su ropa denota que alguna vez fue un chico tímido. Lo que resulta difícil saber es si aquel chico aún sobrevive bajo su actual coraza de ademanes ampulosos, look casual, y frases dichas tres cuarto en español y un cuarto en inglés.

Últimos colores. La noche del miércoles llevaba un saco gris oscuro a rayas que no combinaba con la remera verde estampada, la que a su vez no combinaba con el jean gastado y las zapatillas azules. Parecía un dibujo pintado con los últimos lápices de colores que quedaron en la cartuchera. En fin, el hombre tiene 44 años y nadie va a decirle cómo debe salir a la calle. Es la idea que uno se hace de un artista, ¿no?

La propuesta era que Fito recorriera 15 temas de su discografía, uno por cada año que cumple MuchMusic. Empezó por el final, con Si es amor, una canción que tiene algo de manual de autoayuda y que hace añorar al Fito conflictuado y narrativo de su primera década. No es necesario decir que lo mejor vendría después, con versiones de clásicos y con algunos invitados especiales.

Los grandes momentos de esa primera parte fueron: 11 y 6, y El chico de la tapa. Pero los aplausos más fuertes sonaron cuando Pity Álvarez se sentó en una banqueta al lado del piano de Fito y juntos entonaron una versión dos cambios más lenta de Cable a tierra. La voz áspera y desorientada de Pity transmutó las sugerencias anti adictivas del tema original en la resignada meditación de alguien que parecía hablarse a sí mismo no frente a un espejo sino frente a una pared.

En la segunda parte, luego de la entrevista de Maitena (Ver Selección de frases) Fito arrancó con un tributo a Serú Giran: Desarma y sangra. Siguió Parte del aire y después invitó a dos músicos amigos a los que presentó como “Gente preciosa de Rosario”. Gonzalo Alora y Carlos Vanderas.

En este segmento final, se permitió a cantar a capella Vengo a ofrecer mi corazón, acompañándose sólo con sus gestos de director de orquesta y mimando con cierta ironía el mensaje de la letra. La gran sorpresa de la noche fue el siguiente invitado: Vicentico. Era la primera vez que actuaban juntos y el resultado fue una versión de Giros traducida al idioma del tango, con toda la gracia sentimental del ex Cadillacs puesta al servicio de una de las mejores canciones que escribió el músico rosarino en su vida.

Con el acta emocional ya rubricada, Fito se despidió con más clásicos: Dar es dar (hizo rimar el estribillo con “Bar Mitzvah” y “Osvaldo Bazán”, que estaba en la Trastienda) y Mariposa technicolor, coreado a viva voz por todos los presentes. Hubo una foto final: Fito, ahora con una camiseta amarilla estampada con el escudo de Rosario Central, abrazado a Pity, Vicentico, Maitena y los otros invitados.

La foto del cumpleaños.