diciembre 27, 2007

Fito copó el Monumento con un show inolvidable



Fito le devolvió anoche a su ciudad de pobres corazones el mejor regalo: dos horas de un show con acento rosarino en donde unas 20 mil almas, algo que nunca se había visto, según consignaron los organizadores, coparon el Monumento Nacional a la Bandera para repasar sus mejores canciones. La noche ayudó a coronar el fin de año de Páez, que había comenzado con la proyección de su película "¿De quién es el portaligas?" el sábado pasado en el Anfiteatro.

   Tres pantallas gigantes permitieron disfrutar un rostro distendido de un artista polifacético que agradeció a todos los presentes e invitó a empezar mejor el 2008.

   Luego de una jornada ideal a pleno sol, la noche recibió a los seguidores de Fito con un Monumento lleno de luces y una brisa fresca del Paraná. Y para marcar el sello rosarino del show auspiciado por la Municipalidad de Rosario y el gobierno santafesino, a Fito lo acompañaron los músicos Coki & The Killer Burritos, Carlos Vandera y otro rosarino que integra el staff de su banda: Gonzalo Aloras.



El arranque. Páez subió al escenario algunos minutos después de las 21 y provocó la primera ovación de la noche cuando se escucharon los acordes de "La ciudad de los pibes sin calma". Después hubo tiempo para otras tantas cuando tronaron nuevos y viejos temas que lograron unir a varias generaciones.

   Un claro ejemplo de esto fue el de Horacio, un chofer de 38 años que anoche se deliraba con Fito mientras abrazaba a su hijo Gonzalo, de 16 años. "La verdad es que empecé a escucharlo gracias a mi viejo, y ahora me convertí en todo un fanático", dijo el joven. A su lado, el orgulloso papá que se emocionó con temas como "Vueltas en el aire" y "Narciso y Quasimodo", tampoco se privó de mover sus pies y gritar acordes de "Circo Beat".

   En la noche de Fito con su público hubo lugar para repasar el amplio repertorio del muchacho de "dedos largos y flacos" que creció entre las calles de la ciudad. Así, después de un arranque rockero con temas básicamente del álbum "Ciudad de pobres corazones" llegó el momento de algo más tranquilo con "Ambar violeta". Allí miles de celulares iluminaron el Monumento y plasmaron una postal inolvidable.

   Después seguirían temas como "Normal 1", "El amor después del amor" y "A rodar", que marcaron el momento más álgido del show con miles de gargantas siguiendo las letras a la perfección. Todo fue fiesta y alegría y Fito se dio el lujo de despedir el año en su ciudad y con su gente.
FUENTE: DIARIO LA CAPITAL DE ROSARIO