diciembre 27, 2007

Una multitud despidió el año junto a Fito Páez (El Ciudadano, 27/12/2007)

Apenas unos 20 minutos después de la hora señalada, un señor de traje, camisa oscura y corbata de colores salió al enorme escenario montado en el Patio Cívico del Monumento a la Bandera. Llevaba una guitarra y dijo, simplemente, “Buenas noches Rosario” luego de empezar con los primeros acordes de una canción. Pero esas tres palabras fueron suficientes para que la enorme concurrencia, que desde hacía un par de horas había desbordado el predio, estallara en gritos, aplausos y cánticos para darle la bienvenida, porque ese elegante señor no era otro que Fito Páez. Y fue así como finalmente, después de la frustración del domingo a la noche a causa de la lluvia, el artista rosarino y su público se dieron el gusto. Fito Páez pudo compartir ayer sus canciones con miles de personas que colmaron un Patio Cívico que una vez más, como en las grandes ocasiones, se vio convertido en una fervorosa platea que se derramó más allá de sus límites: había gente escuchando el recital a la distancia, desde calle Córdoba, que también lució colmada, y muchos, seguramente los que no pudieron llegar temprano para encontrar un buen lugar, debieron conformarse con seguir el recital a través de las dos pantallas gigantes que estaban cerca del Pasaje Juramento. En verdad, había gente por todas partes: también por calle Santa Fe, detrás del Monumento y, como es ya tradicional, en los balcones y ventanas de los edificios de la zona. “¿Se escucha bien desde allí?”, preguntó Fito a los balconeros. Y se notaba que el artista se hallaba en su salsa.

Dos temas bien conocidos por los fanáticos abrieron el concierto: “Ciudad de los pibes sin calma” y “Lejos en Berlín” iniciaron el delirio colectivo que al cierre de esta edición todavía se mantenía en plenitud, poniéndole color y sonido al adusto entorno de mármol del símbolo mayor de Rosario. Fueron miles los pibes sin calma que corearon, cantaron, gritaron y saltaron al compás de la música del rosarino, que una vez más se notó complacido de jugar de local. Fito ofreció canciones pertenecientes a su último disco, “Rodolfo”, y también clásicos de su prolífica carrera. Tanto unas como otras fueron coreadas por la gente, incluso por el intendente Lifschitz y parte de su gabinete, que llegaron a las 21.10.
Desde poco después de las 19, toda la zona del Monumento cambió su fisonomía debido al operativo de tránsito, que a partir de las 20 cerró toda la zona. Algunos transeúntes desprevenidos preguntaban por los motivos de los embotellamientos. Pero muchos otros, en especial grupos de jóvenes, parejas y también familias enteras, sabían muy bien qué sucedía, y se dirigieron temprano hacia el Patio Cívico, como para encontrar un buen lugar cerca del escenario. No se equivocaron, desde las 19 y hasta después de las 22.25, casi a una hora de comenzado el recital, siguió llegando gente para dar lugar a una enorme multitud difícil de calcular, ya que se derramó por fuera del sitio destinado al público.

El recital, con entrada libre y gratuita, fue organizado por las áreas de Cultura de la Municipalidad de Rosario y el gobierno provincial, que también convocaron a Páez, en el marco de las fiestas de fin de año, a mostrar su otra veta artística, la cinematográfica. Así, el sábado pasado el anfiteatro del Parque Urquiza se vio colmado de vecinos que se acercaron a ver “De quién es el portaligas”, segundo largometraje dirigido por Páez y rodado en Rosario. Esa fue la primera estación de la movida llamada “Fito y Rosario, más cerca que nunca”, que se completó con el recital de ayer.

Tanto el sábado como anoche, la producción del artista rosarino fue saludada con el típico “Fitoooo, Fitoooo”. El público, además, coreó a viva voz varias de las canciones que se escucharon en el Monumento, en una noche agradable, matizada por la fresca brisa proveniente del río. Páez no estuvo solo a la hora de ponerle música a la jornada. Lo acompañaron Coki y su banda, The killer burritos, viejos amigos del autor de “Giros”, “Ciudad de pobres corazones”, “Yo vengo a ofrecer mi corazón” y otras populares canciones.