abril 25, 2008

Fito Páez reúne a un elenco de artistas en su concierto en Madrid (Agencia EFE)

El cantautor argentino Fito Páez se rodeó esta noche de sus colegas y amigos en un recital mágico e intimista que tuvo como escenario el Palacio de Congresos de Madrid, al que asistieron unas 2.000 personas, la mayoría de ellos compatriotas

El artista hizo un recorrido musical de todos sus éxitos en compañía del otro gran protagonista de la noche, su inseparable piano, y un amplio elenco de invitados ente los que sobresalían Marlango, Ariel Rot, Pereza, Gala Evora, Sabina y Pablo Milanés.

Una ocasión para despertar todos los sentidos, como anticipó al comienzo de la velada el propio Páez, vestido de riguroso negro, mismo tono que su piano.

'Este concierto es especialmente especial porque vamos a hacer un registro con música de todos mis discos', destacó el argentino, quien haciendo gala de su sentido del humor añadió que sino gustaba 'lo hacemos de vuelta otra vez'.

El artista de Rosario abrió la noche con 'Waltz for Margie', un melancólico tema instrumental, pero eso fue solo el principio, porque la hinchada argentina que abarrotaba la sala enseguida empezó a corear al unísono 'Fito, Fito' como si del mismísimo Diego Maradona se tratase.

El concierto se caracterizó por la fusión de ritmos y voces siempre en compañía de las palmas de los asistentes, quienes se levantaron de los asientos ante la salida de los primeros 'secundarios', Marlango, porque sin duda el rey de la noche era el argentino.

La solista de la banda española, Leonor Watling, cantó 'Pétalo de sal' a dúo con Fito, quien se atrevió a bailar con su compañera a la que, por cierto, no quitó ojo en todo momento.

'Hacemos otra' le espetó Fito a Watling en un alarde de improvisación, la misma que invadió un recital pleno de poesía hecha música, para después dar paso a 'un compañero de vida', su amigo y compatriota, Ariel Rot.

En la fotografía más rockera del concierto, Ariel Rot marcó el ritmo de 'Circo Beat' con su guitarra, todo un giro en el ambiente que hizo irresistible el movimiento en el patio de butacas, un novedad para el argentino que nunca había actuado ante un público sentado.

Hasta que Fito rompió las barreras físicas y con 'Al lado del camino' levantó a todo el auditorio, que bailaba entregado al mismo tiempo que le vitoreaba, para introducir enseguida una 'preciosa versión aperezada', al interpretar junto a los españoles Pereza 'La rueda mágica'.

Una pieza rockera con su guitarra, un dueto con su amigo 'Coki' de la banda argentina Coki & The Killer Burritos y llegó el esperado momento, Joaquín Sabina entró en escena y en el decorado se sentía el peso de dos virtuosos de la voz y la palabra, pero también se notaba la tensión presente entre dos genios que se definen por el propio álbum que grabaron juntos hace diez años, 'Enemigos íntimos'.

Si la naturalidad fue la dueña de la noche, con Sabina sería correcto hablar de interpretación en todos sus sentidos, vocal y escénica, porque la repentina efusividad de Fito hacia el madrileño no fue correspondida con el mismo grado por el español.

Aun así los dos temas que cantaron, 'Contigo' y 'Llueve sobre mojado' no decepcionaron a ninguno de los asistentes, que contemplaron otro de los momentos mágicos de la noche cuando la sensual voz de la española Gala Evora hizo acto de presencia.