mayo 11, 2008

Soy padre y estoy aprendiendo a criar hijos. Ellos te ayudan a olvidarte de la muerte. Pero a la vez te enfrentan a ella...NOTA DIARIO CLARIN 11/05/08





ENTREVISTA Fito Páez: "Ahora ando solo por la vida"
Tras un concierto en Madrid donde grabó un disco y un DVD, el rosarino confiesa que su vida ya no pasa por tener "una corte alrededor". Cómo es la vida hoy de uno de los solistas más exitosos de los '90. Sus nuevos rituales de padre, sus proyectos. Por: Pablo Schanton
Fuente: MADRID. ENVIADO ESPECIAL.



Qué fitofobia. ¿Pánico a tocar plantas? No, a quedar atrapado en la red del "plantel Páez", de su Circo Beat. Eso se siente cuando se es convocado como periodista para ir a Madrid, a cubrir el show del que saldrá el primero de tres álbumes/DVDs en vivo del rosarino (ver Proyectos). Paranoia: ¿por qué tanta invitación, vuelos, hotel caro en la Gran Vía, remises, combis a disposición, tapas, tortillas, cinta VIP, champán, todo como si fuera el 1 a 1 y el amor viniera después del amor? ¿No querrá que volvamos a aplaudir su narcisismo de "psicodélica star de la mística de los pobres"? ¿No querrá que le celebremos su "megalomanía renacentista" de músico, escritor, pensador, cineasta y quién sabe si ya no estudia pintura o danza? Como a los rockers nativos les gusta hacerse la corte, rodeándose de patéticos obsecuentes, los temores no son infundados. Pero al menos, Fito no se esconde y contagia su hedonismo. Es el otro extremo del millonario por autogestión que, cuando hace promoción de su álbum, te convoca servilmente a un secuestro exprés hasta su casaquinta, y gracias si te sirve un té.

Ahora estamos en una Madrid empapelada con unos grandes afiches de Maroon 5 y otros más pequeños de Los Piojos. En un bar de la Plaza Mayor, en un rincón demasiado cerca de los baños pero lejos del ruido, ante una Coca light (cómo se cuida): ahí lo tenemos por fin a Rodolfo Páez. A los 45, cada vez se parece más a Olmedo. Hasta carga esas bolsitas de picardía bajo los ojos. Precisamente, un Olmedo enmarcado en Tim Burton, con la gestualidad desternillada de García. Maduro, aclara que no hay nada que temer. "Esto que estamos viviendo -con jefes de prensa, productores, amigos, diseñadores- es excepcional", sonríe y frunce el ceño al minuto. "Es por el concierto que di aquí, pero ya no es mi realidad. Ya no tengo tropa, no llevo una corte alrededor. Yo ahora ando solo por la vida, ésa es la verdad. Si tengo que llevar a mis hijos a algún lugar, me tomo un taxi y los llevo yo".

Qué alivio. Mejor: ya no hay circo beat, ni dueño al que hacerle la claque. Fito podrá ser todo lo egocéntrico que quieran, pero tiene su aguante para recibir palos. No debe haber muchos rockeros que acepten que uno le dispare que cantó versos espantosos fuera de métrica, ioga en vez de shoga, y cosas como "Oye, Dios, ¿hay stop?" o "Aunque Clarín te ponga mala/ Yo siempre te voy a amar". Pero también es el mismo autor detrás de obras maestras de nuestra cancionística, como Tumbas de la gloria, Giros, Ambar violeta, Cadáver exquisito... En sus columnas de opinión del suplemento cultural ADN, Páez aprovechó para ponerse él mismo en el lugar de crítico y desde ahí lanzar una contra-crítica, en el papel de "abogado defensor de artistas". Defendió que Spielberg pueda ser considerado artista, a pesar de ser un director "comercial". ¿No estaba hablando de él? "Un día me di cuenta de que iba a salirme del lugar en donde me querían poner los otros. Y decidí animarme a filmar Vidas privadas. Con la música había llegado a esa situación de encierro tipo Yendo de la cama al living. Entonces me di la libertad de no temerle a Pasolini, al Edipo, a nada, y filmé. Al arte no hay que tenerle miedo", dice.

Desde hace unos años, Páez insiste con una hipótesis propia sobre la "genética de la canción moderna argentina". El ADN estaría repartido entre las obras del trípode Charly García-Luis Alberto Spinetta-Litto Nebbia. Ahora bien, ¿no se estaría definiendo una nueva cancionística basada en otro trípode, con solistas consagrados en los '90 como Calamaro, el mismo Páez y Cerati? ¿Cómo le caerá que Andrés goce de una consagración inimputable, mientras que a él el reconocimiento le llega con "peros"?

"Haber grabado el disco más vendido del rock nacional (El amor después del amor) es toda una carga que puede jugar en contra", suspira. "Pero no me jode que no me perdonen el éxito. Al contrario, lo vivo con alegría, porque siempre he tenido la suerte de llevar a cabo mis ideas. Gustavo es un artista más complejo que Andrés, es un buscador de texturas; a él le interesa la tecnología y tiene estructuras armónicas muy nuevas. Andrés también inventa formas, pero con resultados más netos, populares, más fáciles de asimilar".

¿Y vos?

Yo soy un mamarracho (se ríe).

Epa.

Sí, juego con mucha merca distinta. Y por eso, no soy tan directamente legible, o imitable. Tuve la suerte de nacer en un hogar donde se curtía a Oscar Peterson y a Goyeneche al mismo tiempo. Nunca tuve dificultad para relacionarme con la vanguardia y con lo popular. Por eso, en los '80 yo podía escuchar a Silvio Rodríguez y tocar Clics Modernos.

En los '80 reivindicabas a Serrat, un tabú rockero total entonces...

Pero no lo era para mí. Ahora le digo a mi hijo Martín (8 años): "Escuchá Mediterráneo".

¿Así que iniciás a tu hijo en la música?

No, ni a Martín ni a Margarita (3 años) les impongo nada, eh. A Martín le gustan Mozart, Steely Dan y Charly. Pero él solito los descubrió en mi discoteca. Sólo me limité a sentarlos a los dos al piano el verano pasado, para enseñarles a poner los deditos en el do-re-mi-fa-sol. Margarita canta muy bien, pero aprendió sola.

Volviste a tocar "La rumba del piano", tu oda erótica al instrumento que recuperaste en el álbum "Rodolfo". Ahí está "El cuarto de al lado", que se refiere a la pieza de tus hijos. ¿En tu nueva geografía doméstica estás yendo del piano al cuarto de ellos, ahora que estás separado y sin "tropa"?

Sí, es un poco un refugio del afuera: mi piano, los chicos al lado. No llegué conscientemente a esta situación hogareña, pero se ve que es un mecanismo que maneja mi sensibilidad. Ahora que estoy en España, extraño los rituales que tengo con ellos. Mirá: sábado a la noche, los tres nos tiramos en la cama, miramos la tele y comemos pizza y empanadas. ¡No cambio nada por eso! Llego a Buenos Aires el sábado a las 20 y ya lo llamé a Martín para recordarle que tenemos el encuentro.

¿Y cómo hacés para salir con ellos siendo tan conocido?

Salgo. Hacen vida de chicos normales; no los escondo. Cumplo con mi tarea de padre: ya me disfracé de árbol en la fiesta de fin de año del colegio. Saben bancarse que yo firme autógrafos.

¿Y cuándo componés?

Mi hora es la noche, cuando ellos duermen y no suenan los teléfonos. Ellos saben que nadie me debe despertar hasta el mediodía.

Tu visión de la infancia y de la muerte ya no debe ser la misma que tenías en "Tumbas de la gloria".

En esa época era todavía un chico temeroso, perdido, sin plata, viviendo excesos. Ahora me hice hombre. Soy padre y estoy aprendiendo a criar hijos. Ellos te ayudan a olvidarte de la muerte. Pero a la vez te enfrentan a ella...

¿Por qué?

Porque cuando los ves crecer, están encarnando el paso del tiempo. Pero no me da miedo: trato de reírme de eso, también...


Un ex enemigo íntimo y un amigo de toda la vida
Joaquín Sabina

En el concierto madrileño, Sabina subió a cantar Llueve sobre mojado y Contigo . ¿No era que estaban peleados a muerte? "Peleados, no", exagera la "o" final un Páez olmedizado. "Tuvimos muchos encuentros antes de éste, pero no fueron públicos, porque ahora no me gusta estar frente sino detrás de las cámaras (se ríe). Bueno, cuando cantó con Serrat en Boca, fui, por ejemplo. Me gustó hacer el álbum con él (Enemigos íntimos, 1998), pero estábamos en tiempos distintos: yo, muy activo; él no. La vida nos entreveró en un momento en que las estrellas no estaban alineadas".

¿Por qué se mediatizó la pelea?

Un hecho desafortunado. Joaquín me manda uno de esos romances extensísimos que manda, que escribe a mano en servilletas. Pero alguien lo traicionó y envió una copia a la prensa. A partir de ahí, los dos nos mandamos fruta. A los dos meses de ese lío, vine a Madrid y le toqué el timbre. Y nadie lo supo: pronto hablamos de nuevo.

Pablo Milanés

"Que Pablo participara del show de acá es una casualidad. Me llamó, me dijo que estaba en Madrid y lo invité", cuenta Fito. En el concierto, cantó Yo vengo a ofrecer mi corazón. "Somos muy amigos con Pablo desde 1987, cuando fue a Buenos Aires a tocar con Chico Buarque. Es amigo-amigo, de esos que podés contar sólo cinco. Cuando nos conocimos, yo no estaba en un buen momento; había pasado todo aquel tema de mis abuelas asesinadas. El gordo, hermoso, me captó emocionalmente y me dio una inyección de vida. Me llevó a la isla. Y fue el escándalo: la llegada del rock en español a la isla, el Festival de Baradero, los cinco shows en el Carlos Marx repletos... A partir de ahí, quedamos hermanos, casi".

Hablaste en contra de Chávez últimamente. ¿Cómo te llevás con el castrismo y sus consecuencias?

No me gusta Castro. O sea: a mí, alguien que calienta la silla cincuenta años, no me interesa. Y me parece que Chávez es un hijo dilecto de él.




Proyectos para el 2008 y el 2009
El excepcional concierto que Fito Páez diera el 24 de abril, en el marmolado Palacio Municipal de Congresos de Madrid, fue registrado para editarse como compacto y DVD en setiembre de este año por Sony/BMG. En el evento participaron, además de Sabina y Milanés, los grupos Pereza, Marlango y Limones, su ex cuñado Ariel Rot, la cantaora Gala Evora y la ex Viuda e Hija de Roque Enroll Mavi Díaz.

El ambicioso proyecto es obra del productor Afo Verde y tiene por uno de sus objetivos expandir la obra de Páez por nuevos mercados. Cuenta con dos partes más: un recital a grabarse en Rio o San Pablo y otro, en Miami, en setiembre y octubre respectivamente. Para el brasileño, se esperan las participaciones de Chico Buarque y Milton Nascimento. En los Estados Unidos, estarán los Calle 13 y un pedido de Fito: el director de cine Robert Rodríguez (El Mariachi), quien cantará a dúo con el rosarino Ciudad de pobres corazones.

Luego de estas "auto-antologías" que Páez perfecciona utilizando voces distintas a la suya, habrá álbum nuevo el año próximo. Cuando decida cuál de los dos guiones en gateras hacer, comenzará la filmación de su tercera película.


¿Haciéndose el langa o la "loca"?
En el show madrileño, Fito le responde a una chica del público que le grita "¡Guapo!": "No me acuerdo del número de mi habitación, sino te la pasaba". Tanto en su álbum Mi vida con ellas como en su segunda película, ¿De quién es el portaligas?, donde hay un Gonzalo Aloras muy parecido al cineasta, quedó claro que a Fito le gusta "hacerse el langa". "No, Aloras no es mi alter ego, ¿eh? Pero sí, admito, la voy de langa y juego con eso". Al mismo tiempo, en el único cameo que hace en su filme se lo ve vestido de mujer, y en la contratapa de Moda y pueblo donde imita a Susana Giménez. ¿Cómo le cae que lo llamen "la Fito" por lo "diva" y afectado que es moviendo las manos? "Lo tomo con mucha alegría. Nunca tuve prejucio en ese sentido. Lo que pasó con la película fue que estábamos en Granadero Baigorria con 50 grados y el equipo estaba destruido. Así que me hice peinar, maquillar, me puse un vestido y salí así. Les levanté el ánimo a todos y quedó filmado. Y fue maravilloso: ¡disfruté mucho vistiéndome de mina!".


Talento, audacia y fe
Mariano del Mazo
Fito Páez está definiendo una obra única. Es una obra, digamos, hecha a los golpes: Páez fue genial, fue pueril, cayó en la pretensión, volvió, sufrió, fue cándido y solemne al mismo tiempo. Siempre, sin embargo, mantuvo una fuerza interior casi mística, una confianza ciega en cada uno de sus trancos artísticos. Tiene talento, audacia y fe. Puede pasar de un disco complejo como Rodolfo a intentar mercados vía Madrid, Rio y Miami. Puede hacer lo que quiera, y lo hace. Eso —hacer lo que le plazca— y una veintena de canciones insuperables lo convierten en uno de los artistas más respetables de nuestra música.

P/D fotos scaneadas por naturaleza_páez del foro www.euforiapaez.com
gracias!