julio 25, 2008

FITO PAEZ DESPLEGÓ TODO SU TALENTO EN LA "FELIZ"

Fito Páez desplegó todo su talento en la “feliz”
Luego de tres años de ausencia en los escenarios marplatenses, Fito Páez brilló en la noche del sábado en la presentación de “Rodolfo”, su último material. Y como no podía ser de otra manera, dejó a todos sus seguidores más que conformes y la devolución de los fans quedó demostrada en todos los eufóricos aplausos de pie.
Páez hizo su aparición en las tablas del Teatro Radio City a las 22.10, elegantemente vestido con un traje negro y una corbata gris perla de seda. El rosarino saludó al público y se alojó en su sitio predilecto: frente al piano.

Para romper el hielo, el tema elegido fue “Waltz for Marguie”, un solo de piano muy dulce compuesto para Margarita, la hija del cantante. Luego le siguieron: “Si es amor”, “Sofi fue una nena de papá” y “Vas conmigo”, todas canciones del disco que se estaba presentando.

El concierto fue muy cálido, el clima que logró este ícono del rock nacional fue mágico, hizo bromas con el público, explicó como surgieron las letras de algunos temas y también se refirió al frío que se estaba percibiendo en la ciudad.

A las 22.30, los espectadores ovacionaron la interpretación de “Dos días en la vida” y luego le siguió “Un vestido y un amor”, dos clásicos de este hombre de 45 años. Posteriormente, se sumó el único músico invitado, Jorge “Coqui” Bernardi, procedente de Cañada de Gómez, quien le puso la música e interpretó en voz y guitarra la historia de un enano caníbal, cuya letra fue escrita por Fito Páez en un viaje por La Habana.

Después, el rosarino hizo un recorrido por sus clásicos musicales incluidos en su vasta discografía, entre los cuales se destacaron: “Polaroid”, “11 y 6”, “Al lado del camino”, “Tumbas de la gloria” y “La rueda mágica”, algunas de ellas con cambios de letras en referencia a la ´ciudad feliz´.

Cerca de las 23.30, el piano tuvo su momento de descanso debido a que Fito hizo sonar las cuerdas de su guitarra amarilla y blanca interpretando junto a Bernardi “Ciudad de pobres corazones” y “Naturaleza sangre”, dos de sus ´bestias´ como el músico las nombra.

Seguidamente tocó “A rodar mi vida” y se retiró del escenario. Los gritos y los aplausos de pie con insistencia dieron sus frutos cerca de los 10 minutos: Páez volvió más abrigado (con una polera roja) e interpretó de manera formidable a acapela “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, y a más de un fan hizo emocionar hasta las lágrimas.

Para finalizar el concierto de voz y piano que perduró más de dos horas, Rodolfo -como ahora le gusta que lo nombren- cantó su tema Nº 26 que fue “Mariposa tecknicolor” y se despidió ovacionado de manera definitiva. Sólo por esa noche, porque su público lo espera pronto nuevamente con los brazos abiertos.