octubre 18, 2008

GUATEMALA, (El Períodico de Guatemala)


“La complicidad íntima con el insrumento
Fito Páez llega a Guatemala con un “show” acústico. Entrevista exclusiva con el cantautor argentino.

Por: Oswaldo J. Hernández
Fito Páez
Íntimamente acústico
Gran Teatro del Centro Cultural Miguel Angel Asturias
Fecha: 2 de noviembre, a las 19:00 horas.
Precios: Platea central: Q550, Platea lateral: Q500, Balcón 1: Q350. Reservaciones: 5998–4757.
Entradas a la venta en: Portal Belmont (14 calle 7-49, zona 10), en restaurante la Crepe.

Seis años han transcurrido desde la única vez que el cantautor argentino Fito Páez se ha presentado en un escenario guatemalteco. Prometió regresar. Ahora con la excusa de los discos Rodolfo y No sé si es Baires o Madrid, el músico aterriza en la Sala Efraín Recinos del Gran Centro Cultural Miguel Ángel Asturias el próximo 2 de noviembre, a las 19:00 horas. Previo a su llegada, Fito Páez platica en exclusiva con elPeriódico.

Es tu segunda visita en la región, ¿tenés alguna expectativa?
– Hombre, trato de no tener muchas expectativas con casi nada. Pero vamos, un lugar al que has ido a tocar una sola vez… tienes unas enormes ganas de volver y me pareció que en esta oportunidad ya ha transcurrido bastante tiempo. Te puedo decir que tengo un gran recuerdo del concierto en Guatemala. Esperemos nada más que se genere el mismo ambiente, el mismo clima. Recuerdo que pasamos una noche hermosa, después de tocar, en Antigua Guatemala.

¿Qué podés contar sobre tu disco acústico –únicamente piano y voz – “Rodolfo”?
– El momento específico que surgió, bueno, fue algo a las apuradas. La grabación, que te digo, duró dos semanas y lo terminé de mezclar en otras dos. La sinceridad de las canciones no dejó prolongarme más de tres o cuatro horas en la elaboración de cada tema. Y se dio durante la grabación de mi última película, un momento de gran revuelo porque estás allí con la música, la filmación, la fotografía, la edición, etcétera. Me llevaba la película a mi casa y me dedicaba, casi toda la noche, a componer la música de las escenas. Así, fue apareciendo, en el momento menos indicado.

¿Se puede hablar de intimidad en estos últimos discos?
– Claro que sí. Es como todo lo que he trabajado, es bastante íntimo. Desde el nombre, ves: Rodolfo. Era una linda forma de presentar el nombre que había escogido mi padre para mí. Además, fue un disco que quise realizar porque me inquietaba la idea de intentar un vínculo, una cierta complicidad muy íntima con el instrumento, el piano y a veces la guitarra. Con un formato diferente de las grabaciones de estudio. Ya he hecho grabaciones con público, sin público, en teatro, con orquestas, con elementos muy tecnológicos, incluso utilizando elementos de otros, covers, etcétera. Y la novedad de esto es que estás solo con el piano.

¿Quiénes son para vos Schubert, Chopin, Mozart o Schuman en “Rodolfo”?
– Son músicos grandes y geniales de la música que yo he tenido el cuidado de estudiarlos y apreciarlos. Y bueno, en este disco, por el viaje en que estoy en este momento, constituyen un elemento fundamental, como una influencia directa en la mayoría de los temas.

¿Qué hay de las temáticas y los personajes en tus canciones?
- La mayoría son vivencias, y claro, también hay historias. Está la historia de la chica que está presa porque mató a su padre. Después, El verdadero amar, de una madre que hace todo, incondicionalmente por sus hijos. A veces hay que trabajar a los personajes, o simplemente dejarse llevar por una historia, una vivencia. Qué sé yo. Algo natural.

¿Qué es primero, la composición musical o la historia que intentás plantear?
- Ninguna. Es lo mismo. No intento hacer foco sobre una sola de las partes.

Sin embargo, tenés temas que son netamente instrumentales.
- Es cierto, pero me parece y hasta lo consulté con algunos colegas, que esas piezas no necesitaban verdaderamente de un tratamiento lírico.
¿El disco “No sé si es Baires o Madrid”?
- Es un disco grabado en una sola noche. Acaba de salir a la venta, parece. Fue filmado y grabado en Madrid. Colaboró Marlango, un grupo que estoy seguro que deben prestarle atención; los músicos de Javier Limón con tres temas; Ariel Roth en la guitarra; Joaquin Sabina; Gala Évora; Pablo Milanés.

¿En esta gira manejás algún tipo de temática para el escenario?
- Es bastante austero en esta oportunidad. Imagino una enorme caja negra donde todos estemos dentro y conseguir, en esa atmósfera, compartir esa instancia: la del piano y la voz solamente.

¿Nos podés adelantar algo de tu repertorio?
- No esperen nada del repertorio. Voy a establecer una comunicación con el público, crear una conexión de reciprocidad. Para mí, asistir a dar un concierto, significa entrar de una manera y salir de otra. Transmitir esa misma sensación, que es lo que intentamos los músicos. Crear un efecto lindo en la vida de la gente. Estaré allí para complacerlos.

¿Algo que decirle al público guatemalteco?
- Pues un gran abrazo, un saludo y sepan que estoy muy ansioso por tocar una vez más en Guatemala. Esperamos tener una maravillosa noche, una increíble velada por allí. Algo muy hermoso para recordar