noviembre 01, 2008

Juan Carlos Baglietto: “El éxito de Fito para mí se llamó justicia”


Buenos Aires Económico
Juan Carlos Baglietto
“El éxito de Fito para mí se llamó justicia”
31-10-2008 / El cantautor rosarino volvió con un disco solista tras una década de ausencia en las bateas. Asegura que perdió popularidad por no aparecer en la tele, pero que hoy ese medio no le interesa.


Baglietto: "A mí no me interesa estar en los medios” Por Mariana Rovira

Desde su Rosario natal hasta su arribo a Buenos Aires, Juan Carlos Baglietto ha sido y es un referente indiscutido de la canción popular argentina de los últimos veinte años.

Trovador por excelencia y contador de historias, sabe cómo armonizar las emociones y cautivar a un público no sólo con las letras de sus canciones, sino también con su forma particular de plasmarlas sobre un escenario.

Desde el rock al tango o de la balada a la canción testimonial, Baglietto recorre cada género con un estilo muy personal que lo distingue dentro de la escena de la música contemporánea. Sabe quien…, su último disco, marca su regreso a las bateas tras casi diez años de ausencia como solista.

El sábado pasado se presentó en el teatro ND Ateneo (Paraguay 918) con entradas agotadas, y por eso repetirá el encuentro el 15 de noviembre a las 21, junto a Daniel Homer (guitarra), Cristian Judurcha (batería), Juancho Perone (percusión), Víctor Carrión (vientos), Adrián Charras (teclados) y Guido Martínez Quinzio (bajo y contrabajo).

-¿Qué hay hoy de aquel Juan que llenaba teatros con su banda de rosarinos?

-Me quedaron muchas cosas, me quedó gente, me quedó el cariño de la gente, me quedaron unas cuantas canciones que aún hoy sigo tocando, me quedó muchísima alegría, una gran cantidad de experiencias, me quedaron también algunos aprendizajes y alguno que otro sin sabor, como la vida misma. Pero en definitiva, la balanza está mucho más inclinada hacia las cosas buenas que me sucedieron y a las buenas cosas que me dio la música.

-¿Por qué seguís tocando temas de aquella época?

-Porque no tengo grandes broncas contra lo que he sido, no tengo mucho de qué arrepentirme, por lo menos en el plano musical.

-¿Qué cosas hubieras hecho distintas?

-Si pudiera volver el tiempo atrás, te diría que trataría de ser un poco más ordenado en la forma de hacer las cosas, le hubiera prestado menos atención a cosas que no merecían la pena y le hubiera prestado más atención a cosas que hoy veo y digo “¡puta!, esas eran las cosas valiosas”. Ahora soy un quilombo, pero bastante menos que antes. Como siempre: uno quisiera tener 30 con la experiencia de los 50.

-¿Cómo está conformada tu familia hoy?

-Tengo dos hijos de mi primer matrimonio y ahora dos más con mi segunda mujer. La más pequeña se llama Clara y tiene sólo 4 meses. Yo deseaba hacía mucho tiempo una nena. En realidad volví a empezar, digamos, tengo un hijo de 18 y otro de 14 y ahora uno de 4 y la beba. Tengo cuatro hijos maravillosos.

-¿En qué momento de tu vida estás?

-Yo no actúo ni desde mi eje ni desde la periferia, diría que lo hago un poco desde los dos lados. Lo que a mí me pasa es que me siento muy responsable por mi entorno, siempre actúo desde mí porque lo disfruto y porque es mi pasión, y porque me da mucha satisfacción, pero también actúo porque me siento muy responsable de lo que suceda con la gente con la que trabajo.

-¿Cantar ahora pesa más?

-No es que me pese cantar, pero cuando estoy arriba del escenario pienso “ay, Dios santo, otra vez”; después cuando arranco arriba me olvido de todo, a veces sí lo hago por mí.

-¿Cómo elegís las canciones de tu repertorio?

-En general uno actúa desde el egoísmo, porque le hace bien a uno, después, bueno, si le hace bien a los demás, mejor. Yo toco las canciones que me gustan, después tengo la suerte de que le gusten a los demás, pero es casi un hecho posterior, no digo que sea secundario, pero sí posterior.

-¿Cuáles son tus canciones favoritas de todas las que cantás?

-Yo disfruto de cantar mucho algunas de las canciones que he grabado para este último trabajo como Angel demonio, como Parado, El faro… disfruto mucho de cantar una canción que se llama Una vez tú fuiste sol, que la grabamos hace mucho tiempo y que muy de vez en cuando la sigo haciendo; disfruto de algunas viejas canciones, por ejemplo la ultima versión de Mirta de regreso, que es como una versión disco que está buena y es interesante.

-¿Qué fue lo más positivo de tu etapa con Lito Vitale?

-Creo que los dos logramos sacar del otro una cosa que hoy expreso; que juntos éramos una cosa distinta a lo que éramos por separado. Y es más: yo creo que nosotros generamos un público que era en conjunto, que no era exactamente ni el público de Vitale ni el mío, era parte y parte, pero también gente nueva.

-¿Cómo se lleva tu rol de empresario con el de músico?

-No sé, yo no sé cómo lo llevo porque no tengo un método. Yo voy cuidando alguna de las dos cosas alternadamente, o sea, haciendo mal algo. Si tardo mucho tiempo en grabar es porque no le dedico todo el tiempo que se necesita, es así. Si yo me dedicara a la música más frecuentemente seguramente sacaría discos más seguido. Y eso tiene que ver con uno, uno no puede estar en la iglesia y en la procesión al mismo tiempo. Yo tengo una capacidad laboral importante, me considero un tipo hiperactivo, pero no creo ser un hombre que pueda hacer todo maravillosamente bien.

-¿Disfrutás de tu rol de empresario?

-De algunas cosas sí, mi problema es que soy muy malo haciendo negocios, pero no me va mal.

-Entonces no sos malo en los negocios…

-Bueno, alguno en mi situación estaría forrado de plata y yo la peleo, digamos, no lloro miseria, pero tampoco puedo decir que estoy salvado ni mucho menos. Probablemente alguien más hábil comercialmente lograría mejores resultados. Pero yo me involucro mucho en los laburos. Ahora, lo que no me gusta es el desgaste que genera vivir en un medio tan poco cumplidor. Los argentinos somos poco cumplidores.

-Después de tantos años pisando escenarios, ¿todavía te da cierto vértigo?

-Obviamente los años te dan experiencia. Pero de todas maneras me da vértigo, claro que sí, totalmente. Siento que cada vez que salgo a cantar es como que salgo a pelearla. Ahora lo que necesito y disfruto mucho es siempre saber que toco con la misma guitarra, con el mismo micrófono que tiene el mismo cable, porque eso me da la seguridad para poder transmitir a través de las canciones.

-¿Cómo te llevás con la televisión de hoy?

-Mirá, pasan dos cosas: a mí no me interesa estar en los medios y a los medios no les interesa que yo esté. Por ejemplo: a (Jorge) Rial no le interesa que yo vaya a su programa y a mí tampoco me interesa estar ahí, así que es mutuo el desinterés. Yo no tengo mucho que ver con los medios de hoy, lo que obviamente ha restringido mi popularidad. A mí me han ofrecido ir de jurado a algunos programas y dije que no sistemáticamente. Yo no voy a la televisión si no puedo tocar, y hay pocos espacios en donde lo pueda hacer.

-¿Cómo te tomaste el éxito de Fito Páez en los ’90 teniendo en cuenta que él casi surgió de tu mano?

-A mí me pareció que el éxito de Fito fue justo. El éxito de Fito para mí se llamó justicia, porque es un tipo muy talentoso. Realmente me alegró y, en el mejor de los casos, te diría que me generó una cierta envidia, pero me parece que él se rompió tanto el culo para llegar hasta ahí que me alegró porque se lo merecía.

-¿Cómo te llevas hoy con él?

-No tengo mucha relación hoy por hoy con él, cuando nos vemos hay un buen feeling, hay respeto, no te puedo decir que hay una amistad hoy. Pero es que en realidad hemos dejado de vernos, estamos en distintos ámbitos, nos manejamos con distinta gente, vemos las cosas desde distintos sitios, y bueno… es como que no vamos al mismo bar.