octubre 12, 2009

VIVAMERICA

La fiesta iberoamericana se apodera de Madrid

Por tercer año consecutivo se celebró en la Casa de América en Madrid el festival Viva América, el cual como en sus anteriores ediciones, tuvo como objetivo el dar a conocer lo mejor de la cultura latinoamericana, gracias a la presencia de destacadas figuras del arte y la política tanto del “Nuevo” como del “Viejo Mundo”.
Durante cinco días las ciudades de Madrid, Cádiz, Santo Domingo y Bogotá fueron las sedes de la cultura hispanoamericana, gracias al Festival Viva América. Un evento que va más allá de los tópicos y los clichés folclóricos, para mostrar una perspectiva contemporánea y vanguardista de la Iberoamérica del siglo XXI, cuya comunidad de países se preparan para las conmemoraciones del bicentenario de sus independencias en 2010.
Políticos, economistas, científicos, músicos, poetas e incluso humoristas, expusieron una particular visión de las múltiples caras que ofrece el amplio espectro de la idiosincrasia Latinoamericana, mediante foros, conciertos y exposiciones, que tuvieron lugar en los diversos espacios de la Casa de América, en donde el público pudo disfrutar de ponentes de primera línea como el premio Príncipe de Asturias a la Investigación Científica y Técnica 1994, el colombiano Manuel Elkin Patarroyo; el periodista nicaragüense, galardonado con el Premio a la Libertad de Expresión Iberoamericana 2008, Carlos Fernando Chamorro, y los cantautores argentinos Coti y Fito Páez, quienes no duraron en robarse unos cuantos aplausos del público a punta de canciones.

A lo largo de la semana, el palacete que corona una de las esquinas de la Plaza Cibeles, era un entrar y salir de gente que conformaban un extraordinario collage de acentos. Y es que el festival ha servido de excusa para que los latinoamericanos que residen en España se conecten con sus raíces, o el puente que pueden cruzar los españoles para encontrarse con los nexos que los unen con América.
La "pachanga" tomó los alrededores de la Plaza Cibeles
Un océano de banderas de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela; entre otras, inundó este domingo el Paseo del Prado para recibir el desfile de las comunidades hispanoamericanas residentes en Madrid.

A medida que las coloridas procesiones avanzaban al ritmo de tambores, flautas, panderetas y tradiciones ancestrales por uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, el público no dudó en animar con consignas y aplausos la comparsa de cada país que desfilaba.

Pero aún cuando los trajes típicos fueron el centro de atención, lo cierto es que la música y el buen ambiente, fue lo que hizo especial una jornada que sin distinción de nacionalidad, raza o género, puso a bailar a más de uno, logrando que la diversidad se convirtiese en esa unidad que a veces se muestra lejana y utópica dentro de la peculiar realidad de América Latina. Aquella realidad que Borges, Cortazar, Benedetti, Neruda, Márquez, Vargas Llosa, o Gallegos, inmortalizaron a través de maravillosos poemas e historias que cruzaron fronteras, para ser patrimonios universales del acervo hispano.
El cantante Fito Páez, todo un icono del rock latinoamericano, fue el encargado de cerrar con broche de oro un festival que se crece en cada edición, gracias a que tiene como propósito proyectar y cohesionar lo mejor de dos mundos que se encontraron por primera vez un 12 de octubre de 1492.
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