noviembre 20, 2009

Caracas 2


Fito Páez puso de pie a Caracas Trajo a la banda Killers Burritos y cantó un tema de Charly García (Fuente : el universal)

El cantante argentino repite esta noche sobre el Anfiteatro del centro Sambil, que aunque anoche no estuvo lleno, aplaudió hasta el cansancio cada una de sus interpretaciones (Nicola Rocco)

"Hola, Caracas querida", fue lo primero que pronunció Fito Páez anoche cuando se montó por primera vez sobre la tarima del Anfiteatro del Sambil.

Vino delgadísimo. Con el cabello desgreñado y esos impepinables lentes de pasta que nunca olvida. Usó zapatos enormes y se presentó de traje y corbata. Iba de negro con camisa rosa y corbata tornasol. Solamente una cosa se notaba distinta: Fito cada vez tiene más canas.

Igual que la despejada noche caraqueña, que lo recibió espléndida, fue la ovación que el argentino le robó a Caracas. Su presentación comenzó a las 9: 15 p.m., después de que, tímidamente, la venezolana Mariana Vega entibiara el escenario.

La fanaticada lo esperaba ansiosa. "¡Oe...oeoeoe... Fito...Fitooo!". El show arrancó con el tema Lejos de Berlín. Pero en cuestión de segundos el escenario se tornó explosivo, cuando Fito y la banda Los Killers Burritos, que lo acompaña, dirigieron petardo recargado de dinamita directo al corazón del público para cantar Taquicardia, de su álbum Giros.

Y tal y como él lo había prometido antes de venir, el concierto fue de una sencillez franciscana. Apenas unas pocas luces y dos pantallas a los costados que retransmitían en blanco y negro cuanto sucedía sobre la tarima.

Aunque se le vio contento con la emoción y euforia que despierta frente a sus fans, durante los primeros minutos de la función Fito se notó desencajado. ¿La razón? El sonido estaba dando problemas. Cosa que, afortunadamente, él solventó de inmediato.

"¡Bravo, Fito!" "¡Grande, che!", le gritaba su público. Y él, que no perdía detalle y recorría de un extremo al otro la tarima, les dedicó Enloquecer, de su álbum El mundo cabe en una canción. Después dejó el teclado y se puso de pie para interpretar Yo vengo a ofrecer mi corazón, un tema que popularizó junto a su paisana Mercedes Sosa.

"Hablo de países y de esperanza, hablo por la vida, hablo por la nada, hablo de cambiar ésta, nuestra casa, cambiarla por cambiar, nomás", dijo, y el aforo lo ovacionó de pie.

En su lista siguieron otros éxitos: Tráfico por Katmandú, Naturaleza sangre y Ámbar Violeta, cada uno era coreado a viva voz por el público. Incluso por la actriz Gledys Ibarra, su novio Abril Schriber y Manuel Grijalba Jr, que anoche disfrutaron del concierto.

Fito cantó más de 20 temas y a la mitad de la presentación Los Killers Burritos lo dejaron solo para que se hiciera del teclado y su piano, y a modo de popurrí cantara: Si es así, Un vestido y un amor, Dos en la vida y Desarma y sangra, compuesto en 1978 por Charly García. "Ese es un tema precioso que hizo Charly", apuntó él.

Obviamente, a medida que se acercaba la ahora del adiós aumentaban los gritos y aplausos. Pero el delirio colectivo llegó a su clímax cuando Páez interpretó Circo Beat. No hubo un alma que no se levantara del asiento a cantar y bailar. "...Y los monos están devastando este lugar...", dice ese tema y él agregó: "... que igual aquí que allá".