noviembre 20, 2009

Caracas 5


Fito Páez rockea en el Sambil (Fuente: El Nacional)


Durante un show de más de dos horas, el cantautor argentino recorrió las canciones más exitosas de su discografía para añadirles más guitarras y batería
20 de noviembre 2009 | 01:32 am - Lorena Meléndez G.


En Caracas, los últimos cuatro noviembres le han pertenecido a Fito Páez si de música se habla. Durante ese mes, el artista ha traído distintos espectáculos en los que ha puesto de manifiesto el porqué diferentes generaciones se unen para asistir a cada uno de sus conciertos. Con banda, en solitario, con piano, sin coros, el músico siempre ha logrado reinventarse y la noche de este jueves lo hizo con el rock.

Páez se presentó en el Anfiteatro del Centro Sambil con The Killers Burritos, agrupación que conoció mientras rodaba una película y que lo acompañó durante dos años en una gira que emprendió por su país y a través de algunos escenarios de Latinoamerica.

La función con la banda logró darle, a buena parte de los temas interpretados anoche, los vuelos de grupos emblemáticos del rock n' roll y además imprimirles arreglos sui generis que mezclaban las cuerdas de la guitarra eléctrica y los gritos frenéticos con las poéticas letras de Páez.

Antes del argentino, se subió a la tarima Mariana Vega para interpretar un corto desconectado con melodías como Háblame y Lejos de reconocer.

A las 9:15 pm, el escenario recibió a cada uno de los músicos de la banda y por último a Fito Páez, quien a pesar de que haría descargas rockeras en su show, vistió de traje oscuro, camisa clara y corbata negra. Así abrió la presentación con Lejos en Berlín.

"Buenas noches Caracas. Nosotros somos Fito Páez y los Killer Burritos", dijo el músico que había entregado en medio del tema su guitarra desafinada y que se notó incómodo por los detalles técnicos que no estaban a su gusto.

Eso que llevas ahí y Enloquecer las interpretó en medio de un descontento que provocó que antes de la siguiente canción se levantara de su piano para dar indicaciones a su banda.

Posterioremente llegó el momento de una nueva versión de Yo vengo a ofrecer mi corazón en tributo a la recién fallecida Mercedes Sosa. "Su corazón nos mira desde el cielo. Te amamos, corazón", dijo en alusión a la artista argentina.

Prosiguió con Tráfico por Katmandú, una extraordinariamente arreglada Naturaleza sangre y Ambar Violeta, para luego retirarse y dejar que Los Killer Burritos interpretaran un par de canciones.

Pero no todo el concierto transcurrió en medio de la estridencia. El músico rosarino cantó junto al piano varias de sus canciones más conocidas para lograr meterse al público en el bolsillo y explorar su lado más idílico.

Cable a tierra, Si es amor, Un vestido y un amor, Dos días en la vida, El amor después del amor, Dale alegría a mi corazón, 11 y 6, Tumbas de gloria, continuaron el recital que incluyó un tema de Charly García escrito en 1978: Desarma y sangra. "Los grandes artistas afinan los sentidos. Vean lo que puede significar para América hoy lo que dicen estas palabras", comentó antes de cantarla.

La banda se incorporó de nuevo para tocar Polaroid de locura ordinaria, Al lado del camino, Circo Beat y Tercer Mundo en la que hizo una alusión al presidente Hugo Chávez que poco se le entendió. Decidió finalizar con Ciudad de pobres corazones y A rodar mi vida, no sin antes dar el acostumbrado bis.

Tras irse del escenario y recibir la ovación del público que se mantuvo casi inmóvil en sus asientos, Fito Páez regresó con un atuendo más tropical: chaqueta rosa, camiseta naranja, tenis y jeans. Brillante sobre el mic, Dar es Dar y Mariposa Technicolor se encargaron de cerrar definitivamente otra de las buenas descargas musicales que Fito Páez le regala a Caracas cada noviembre desde hace cuatro años.