abril 11, 2010

“Soy humilde con mi música y espero que la máquina del tiempo haga lo suyo” DIARIO LA CAPITAL ROSARIO


Fito levanta el teléfono desde su habitación de hotel en Santo Domingo y se dispone a dialogar con La Capital horas antes de entrar a tocar en el teatro Casa de España, en República Dominicana. Se lo nota distendido, amigable, que no corre ninguna carrera, sólo sigue su vuelo, libre de ataduras.

"Yo nunca hago canciones para gustarle a nadie, nunca fue así, quizá eso con los años se note más", dice Páez. De inmediato una parte de la letra del corte "Tiempo al tiempo" de su nuevo disco "Confiá" toma otra dimensión: "La verdad es que ya aprendí a esperar que se escriba sola la canción".

A Páez, que se presenta con su nuevo grupo el 30 de abril en el Metropolitano, le gusta hablar de su nuevo disco. A la vez que cuenta detalles de grabación y momentos de la composición también habla de sí mismo, de su manera de ver la música, de la desacralización de los éxitos, y hasta de "no gastar pólvora en chimangos" en polémicas mediáticas.

—"Confiá" se presenta como un disco optimista, ¿es tan así?

—No tanto, con escuchar las letras te vas dando cuenta. Pero es un disco de un tipo de 47 años, que no tiene temor a la escritura, y confía en lo que va a aparecer en ese momento si uno tiene ganas que aparezca algo. Por supuesto que con mucha humildad, en el sentido que tenés que hacer que esas plantitas, que esas flores que crecen que son las canciones, hay que regarlas y que ocupen el lugar que ellas mismas ocuparán solas en el tiempo, no pretender que sean más que eso.

—De primera es un disco para escuchar bien arriba, con impronta rockera, con potentes arreglos de vientos, y se distancia de "Rodolfo", que tenía un formato más intimista.

—Sí, puede ser, pero a mí me gusta escuchar todos los discos siempre con mucho volumen, aunque sea música de cámara, de piano solo o jazz, me gusta escucharlo fuerte. Y este también, claro.

—Hay un espacio de mucha libertad, y se nota en "M & M" y en "Fuera de control", que suena más descontracturado y con letras descriptivas e interesantes.

—Casualmente "Fuera de control" era una de las versiones de "M & M", que es un tema que tuvo seis versiones. La que quedó en el disco fue la menos esperada. Todas eran muy diferentes y más rockeras, y el último día de la grabación en Córdoba retomé un extracto que era La Sol Re, la base sobre la que estaba armada una de las versiones eléctricas de "M & M", y sobre eso improvisé una letra. Me pareció simpática, la elaboré un poquito más y resultó siendo "Fuera de control". Qué se yo, esa libertad la tengo hace mucho tiempo, a veces se nota un poco más, otras menos, pero la libertad con la que uno hace las cosas demuestra también por qué uno es quien es. Nunca me siento para hacer canciones para gustarle a nadie, nunca fue así, quizá eso con los años se note más (risas).

—"Fuera de control" parece otro "Tercer mundo"; en "La ley de la vida" sobrevuela "Naturaleza sangre" y en "La nave espacial" está la esencia de "Thelma y Louise". ¿No te parece que te estás citando a vos mismo?

—Eso es lo que se llama el estilo. En el estilo, como alguna vez lo escribí en una nota, las repeticiones son parte del lenguaje, de algo que se está poniendo en escena, y por otro lado es inevitable. Un gran escritor argentino dijo que no hay más de dos o tres temas: la vida, la muerte y el amor, y dentro de todo eso están los infinitos temas. Allí se cocina todo, por eso es inevitable que vuelvas a escuchar algo de aquello, es parte de la naturaleza.

—En Clarín hicieron una encuesta sobre cuáles eran los mejores temas tuyos, y por la opinión de la gente, la mayor cantidad de canciones son de mucho tiempo atrás. ¿Te afecta que no elijan material de tus discos más nuevos?

—No sabía de esa encuesta, pero no me molesta para nada. Uno va a haciendo su camino, vas investigando, jugando y vas pintando. En el tema "Limbo mambo" lo digo, que "vas escribiendo el libro" toda la vida. Hay que desacralizar la idea de que lo que le gusta a la gente es sagrado y que está bien siempre. Si vivís con ese axioma vas a tener problemas, porque se instala una idea y corresponde a lo que está bien y está mal, y que si gusta eso fue ése su mejor momento. Yo creo al revés, digo que nadie tiene tiempo para seguir los devenires artísticos, sus avatares. La gente va creciendo, va viviendo y en un momento detiene su pasado y su relación con vos en el momento y en el lugar en que ella o él fue feliz, o le sucedió algo con tu música. Eso me parece que es muy hermoso, pero de ahí a pensar que esos son los mejores temas, me parece que yo sería más humilde y esperaría que la máquina del tiempo haga lo suyo.

—¿Te molestó quedarte involucrado en una pelea mediática con Ricardo Arjona?

—Me parece que no amerita ningún comentario, te lo digo con la mejor buena leche, no amerita ningún comentario.

—Bien, pero más allá de este incidente, no sos un tipo mediático, pero por tu popularidad a veces salís igual en las revistas y revelan cuestiones de tu intimidad. ¿Hay una forma para zafar de esa invasión a tu privacidad?

—Y....no, la verdad es que no hay una forma porque es la vida moderna. Hay empresas que han crecido mucho, que necesitan noticias y es el negocio de ellos. Hasta el momento en que no se involucran con los tuyos hay que hacer oídos sordos. Después lo otro es tu vida, tu obra y tu gente, con la que te vinculás, vivís y te relacionás a través del mundo. Pero no hay que gastar pólvora en chimangos. Es muy preciosa la vida como para andar desperdigando en estos temas.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

http://revistaelacople.blogspot.com/2010/04/el-chico-de-la-tapa.html

1:44 p.m.  

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