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* adn * » cultura "Aprendí a desconfiar del lenguaje" El cantautor argentino acaba de publicar un nuevo disco, titulado ‘Confiá’, y está de gira por España
Fito Páez (Argentina, 1963) hace doctrina con cada frase. Mira a los ojos, gesticula y habla sin parar de su decimosexto álbum: Confiá (Sony).
Con el título de este nuevo disco nos invita a confiar. ¿En qué lo hace Fito Paéz?
Se que es una palabra virulenta, políticamente incorrecta, e invita a pensar en terrorismo intelectual (risas). Pero no es una idea caprichosa sino que surge de la experiencia del álbum. Se hizo de esa forma, entrando a componer y grabar sin nada previsto. Ahí, cuando estábamos llegando al final, me di cuenta que este trabajo estaba muy ligado a esa palabra. A confiar en uno. Está dicho desde lo más íntimo. La confianza invita a la experiencia con el otro, con todo lo que eso implica.
El álbum se ha forjado a medio camino entre la provincia argentina de Córdoba, Salvador de Bahía, Río de Janeiro, Buenos Aires o Nueva York. ¿Estaba inquieto?
La única idea que tuve para el álbum antes de concebirlo fueron los lugares, los ámbitos. Sabía que tenía que estar en el frío en una casa con un montón de gente durante un mes. Eso era un encierro, te da concentración para hacer la pulpa del disco. Después quería el calor para escribir y cantar y por eso nos fuimos a Brasil. Porque el calor te equilibra toda la nube negra que puede quedar del encierro. Tu espíritu se predispone para ver las cosas de otra forma.
El sitio donde está uno afecta mucho a cómo queda un tema.
Hay situaciones que sabes que van a estimular ciertas partes tuyas. Es como el erotismo, que cada uno sabe qué le gusta y cómo le gusta. Y fui detrás de eso, sin partituras. Lo lindo es que lo puedo hacer, llegar a una situación así.
Tras 16 discos uno puede permitirse ciertos lujos
Es hermoso eso. Hay mucha libertad. Estas jugando no sólo con la música. Estás probándote dentro de circunstancias y lugares... Y eso es la vida.
Creo que es la primera vez que entró a un estudio sin tener los temas preparados. Y que rescató melodías de hace muchos años.
Fui sin un plan. Lo que pasa es que yo llevo la computadora y en ella tengo lo que he hecho en los últimos 20 años. Cuando empezamos a jugar en el estudio, inevitablemente me llevaba al repertorio de una época concreta, a lo que componía hace 10 años. La idea de London, de Confiá, y eso volvió. Y tenían que ver con el material nuevo que estaba componiendo. Por eso hay que saber esperar y dejar que los materiales vayan madurando.
Coincidencia de momentos vitales.
No, no, era otro momento. En realidad yo no hago canciones para los discos. Estás ahí. Mientras crías a tu hijo pasas por el piano y en medio de la borrachera en una casa una noche escribes algo. Y en un momento tienes un material que se empieza a pegar. Está bueno porque después puede que aparezca diez años más tarde un álbum que precise de ese material. La tarea de uno es ver si tiene sentido.
Dice que sabe sobre el negocio del amor y algunas otras cositas, pero que todavía quiere ver la flor en el pantano. ¿Mensaje optimista ante la vida, la industria?
Ante todo. Eso es la vida, lo otro es secundario. Intentar inventar esa flor, ilusionarse con que está. Es lo que le da sentido a la continuidad con tus niños. Todos sabemos lo amargo que es todo pero por otro lado no se puede vivir sin esperanza, sin ilusiones, sería muy fea la vida sin eso. Por eso es un álbum vital, en vivo, con gente transpirando la camiseta, pero con textos más reflexivos. Con algunas certezas duras como cuando dice "no creo en volver a empezar" o "el olvido no perdona".
¿Cuánto hay de autobiográfico?
Mucho. Uno siempre habla de uno pero hacer música y escribir me permitió darme cuenta de eso y no ser tan vanidoso y tan tonto. Dices yo y tal vez estás hablando de aquel. La tercera y la primera persona son muy traicioneras. Por supuesto la ficción permite todo y bienvenida sea, pero aprendí a desconfiar del lenguaje. Por eso siempre me consideré más músico. Las palabras me atan. Me siento atado ya sea por la rima o por el sentido. Siempre siento que hay algo cana (término que usan en argentina para referirse a la policía) en la palabra y nunca me sentí cómodo con el chiste, porque le veo rápido el cuento. Me aburre.
Y luego hace una declaración que acaba con una polémica. Como cuando los conciertos por la paz en los que actuaron Miguel Bosé y Juanes. Dijo que "son el negocio de turno". ¿Lo sigue pensando?
Fue una cosa disparatada, una pregunta genérica. Me dijeron qué pensaba de los conciertos por la paz... Y yo contesté bueno, uno es muy grande para según qué... El mundo está hecho de guerra. Todo es conflicto. Los tiempos de paz son sólo la espera entre guerra y guerra. Lo dije casi filosóficamente pero cómo voy a estar en contra de eso, lo quiero para mis hijos. Además soy colega de Juanes y Miguel. Fue una pregunta hecha con mucha mala leche. Ojalá sirva esta nota para aclararlo si es que hiciera falta porque son gente a la que quiero y admiro.
Es un referente en el rock argentino, casi como un pensador. ¿Se siente responsable de lo que hace?
No. Siempre cito una frase de Cayetano muy linda. Cuando el saca Circulado, cambia su forma de grabar y presentar su material. Cuando él empieza a salir de Brasil y ve la importancia de esa música le empieza a agarrar responsabilidad sobre su papel en la cadena histórica. Yo, sin tomármelo en serio, hay algo de eso que siento. No lo voy a negar. Yo se que por mis músicas pasaron algunos de los grandes aunque ni sueño con tocarme con ellos porque son todos inmensos. Los Expósito, los Piazzolla, los Discépolo, los Gardeles, los Charlies (X). Son obra importante de Argentina. De alguna forma tengo influencia de su obra y me siento responsable ante ellos. Cada vez más siento una responsabilidad estética, moral, sobre lo que hago. Eso sí aunque no es lindo decirlo ni sentirlo pero es lo cierto. Mi corazón tiene que estar ahí aunque sean dos acordes.
¿Eres muy exigente?
Sí. Por supuesto. Hay algo en la manifestación de estos artistas que impone respeto. No puedes andar por la vida tan suelto de ropa.
¿Cómo serán los conciertos que va a dar en España?
Banda muy afilada, un octeto. Una banda de música no sólo de rock. Tiene algo de cámara. Presentamos música nueva pero habrá un recorrido por todos los clásicos. Es un rally por 20 años de música. Como detalle de color te diré que son versiones originales en los que respetamos los arreglos primigenios, como se concibieron. Y hay varios músicos jóvenes. Es hermoso ver como disfrutan. La misma conexión que yo hago con Charlie ellos la hacen conmigo.
¿A qué situación se enfrentan los jóvenes músicos hoy día?
Ha dicho, por ejemplo, que fueron las propias discográficas las que crearon el virus de la piratería al idear el cedé. Por supuesto que me interesan esos fenómenos pero no soy un experto en ello como para darte un veredicto. El mundo está pegando un vuelco muy fuerte y no es hora de diagnósticos. Hay que vivirlo ahora, dejar que suceda y embarrarse en ello en lugar de ser tan moralista. Por supuesto que la democracia tecnológica trajo más subjetividades. Cada uno en su casa haciéndolo a su aire. Hay cosas que están muy buenas, otras no. Antes la industria funcionaba como cocina cultural de un país y generaba artistas. Ahora eso es un término muy difuso y no está mal que sea así. Vamos a ver qué pasa con el tiempo, unos cien años. Lo van a ver nuestros hijos. Es un proceso y los que lo vivimos a veces nos cerramos. Yo mismo he sido muy reaccionario con ciertos aspectos de la tecnología y el mundo cibernético pero por mi naturaleza romántica y criolla. Pero hay algo en mi que me dice no seas viejo choto, confiá.
En marzo de 2011 comenzará el rodaje de 'Novela', una nueva película, su tercera.
Sí. Tengo ganas pero no te voy a adelantar nada. Los guiones de las películas no se cuentan. En algún momento cometí el error de contar y no está bien. La gente se hace una idea preconcebida que después no es.
¿El cine es su terapia para desintoxicarse de la música?
Hay algo de eso. Y también generarme problemas nuevos. Te pone a prueba.
¿Firmará la banda sonora?
En este caso sí porque estará la película y un álbum donde se contará su historia con canciones. Y por otro lado estoy haciendo músicas incidentales para la peli. Eso va a ser un gran proyecto.
Cantar, componer, dirigir, actuar...
Actuar no. Soy un pésimo actor, muy exagerado. Sin embargo puedo ver cuando él otro lo está y dirigir la escena.
Que un argentino diga que sobreactúa es raro.
(Risas) Muy raro. Bueno aunque tenemos actores y actrices extraordinarios.
¿Qué significa ser argentino?
No sé, supongo que es algo único pero yo, personalmente, estoy cansado del argentinismo.
¿Qué le queda por hacer?
Todo. Estamos aquí para aprender. No sabemos nada. Cada día hay más incertidumbre porque estás más lúcido. Tienes que trasmitir con alegría, sobre todo a tu familia. Compartir eso con la gente amada. Si puedes pasarlo luego a mucha gente mejor. Estamos todos en el mismo viaje, nadie sabe nada aquí.
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Fito Páez (Argentina, 1963) hace doctrina con cada frase. Mira a los ojos, gesticula y habla sin parar de su decimosexto álbum: Confiá (Sony).
Con el título de este nuevo disco nos invita a confiar. ¿En qué lo hace Fito Paéz?
Se que es una palabra virulenta, políticamente incorrecta, e invita a pensar en terrorismo intelectual (risas). Pero no es una idea caprichosa sino que surge de la experiencia del álbum. Se hizo de esa forma, entrando a componer y grabar sin nada previsto. Ahí, cuando estábamos llegando al final, me di cuenta que este trabajo estaba muy ligado a esa palabra. A confiar en uno. Está dicho desde lo más íntimo. La confianza invita a la experiencia con el otro, con todo lo que eso implica.
El álbum se ha forjado a medio camino entre la provincia argentina de Córdoba, Salvador de Bahía, Río de Janeiro, Buenos Aires o Nueva York. ¿Estaba inquieto?
La única idea que tuve para el álbum antes de concebirlo fueron los lugares, los ámbitos. Sabía que tenía que estar en el frío en una casa con un montón de gente durante un mes. Eso era un encierro, te da concentración para hacer la pulpa del disco. Después quería el calor para escribir y cantar y por eso nos fuimos a Brasil. Porque el calor te equilibra toda la nube negra que puede quedar del encierro. Tu espíritu se predispone para ver las cosas de otra forma.
El sitio donde está uno afecta mucho a cómo queda un tema.
Hay situaciones que sabes que van a estimular ciertas partes tuyas. Es como el erotismo, que cada uno sabe qué le gusta y cómo le gusta. Y fui detrás de eso, sin partituras. Lo lindo es que lo puedo hacer, llegar a una situación así.
Tras 16 discos uno puede permitirse ciertos lujos
Es hermoso eso. Hay mucha libertad. Estas jugando no sólo con la música. Estás probándote dentro de circunstancias y lugares... Y eso es la vida.
Creo que es la primera vez que entró a un estudio sin tener los temas preparados. Y que rescató melodías de hace muchos años.
Fui sin un plan. Lo que pasa es que yo llevo la computadora y en ella tengo lo que he hecho en los últimos 20 años. Cuando empezamos a jugar en el estudio, inevitablemente me llevaba al repertorio de una época concreta, a lo que componía hace 10 años. La idea de London, de Confiá, y eso volvió. Y tenían que ver con el material nuevo que estaba componiendo. Por eso hay que saber esperar y dejar que los materiales vayan madurando.
Coincidencia de momentos vitales.
No, no, era otro momento. En realidad yo no hago canciones para los discos. Estás ahí. Mientras crías a tu hijo pasas por el piano y en medio de la borrachera en una casa una noche escribes algo. Y en un momento tienes un material que se empieza a pegar. Está bueno porque después puede que aparezca diez años más tarde un álbum que precise de ese material. La tarea de uno es ver si tiene sentido.
Dice que sabe sobre el negocio del amor y algunas otras cositas, pero que todavía quiere ver la flor en el pantano. ¿Mensaje optimista ante la vida, la industria?
Ante todo. Eso es la vida, lo otro es secundario. Intentar inventar esa flor, ilusionarse con que está. Es lo que le da sentido a la continuidad con tus niños. Todos sabemos lo amargo que es todo pero por otro lado no se puede vivir sin esperanza, sin ilusiones, sería muy fea la vida sin eso. Por eso es un álbum vital, en vivo, con gente transpirando la camiseta, pero con textos más reflexivos. Con algunas certezas duras como cuando dice "no creo en volver a empezar" o "el olvido no perdona".
¿Cuánto hay de autobiográfico?
Mucho. Uno siempre habla de uno pero hacer música y escribir me permitió darme cuenta de eso y no ser tan vanidoso y tan tonto. Dices yo y tal vez estás hablando de aquel. La tercera y la primera persona son muy traicioneras. Por supuesto la ficción permite todo y bienvenida sea, pero aprendí a desconfiar del lenguaje. Por eso siempre me consideré más músico. Las palabras me atan. Me siento atado ya sea por la rima o por el sentido. Siempre siento que hay algo cana (término que usan en argentina para referirse a la policía) en la palabra y nunca me sentí cómodo con el chiste, porque le veo rápido el cuento. Me aburre.
Y luego hace una declaración que acaba con una polémica. Como cuando los conciertos por la paz en los que actuaron Miguel Bosé y Juanes. Dijo que "son el negocio de turno". ¿Lo sigue pensando?
Fue una cosa disparatada, una pregunta genérica. Me dijeron qué pensaba de los conciertos por la paz... Y yo contesté bueno, uno es muy grande para según qué... El mundo está hecho de guerra. Todo es conflicto. Los tiempos de paz son sólo la espera entre guerra y guerra. Lo dije casi filosóficamente pero cómo voy a estar en contra de eso, lo quiero para mis hijos. Además soy colega de Juanes y Miguel. Fue una pregunta hecha con mucha mala leche. Ojalá sirva esta nota para aclararlo si es que hiciera falta porque son gente a la que quiero y admiro.
Es un referente en el rock argentino, casi como un pensador. ¿Se siente responsable de lo que hace?
No. Siempre cito una frase de Cayetano muy linda. Cuando el saca Circulado, cambia su forma de grabar y presentar su material. Cuando él empieza a salir de Brasil y ve la importancia de esa música le empieza a agarrar responsabilidad sobre su papel en la cadena histórica. Yo, sin tomármelo en serio, hay algo de eso que siento. No lo voy a negar. Yo se que por mis músicas pasaron algunos de los grandes aunque ni sueño con tocarme con ellos porque son todos inmensos. Los Expósito, los Piazzolla, los Discépolo, los Gardeles, los Charlies (X). Son obra importante de Argentina. De alguna forma tengo influencia de su obra y me siento responsable ante ellos. Cada vez más siento una responsabilidad estética, moral, sobre lo que hago. Eso sí aunque no es lindo decirlo ni sentirlo pero es lo cierto. Mi corazón tiene que estar ahí aunque sean dos acordes.
¿Eres muy exigente?
Sí. Por supuesto. Hay algo en la manifestación de estos artistas que impone respeto. No puedes andar por la vida tan suelto de ropa.
¿Cómo serán los conciertos que va a dar en España?
Banda muy afilada, un octeto. Una banda de música no sólo de rock. Tiene algo de cámara. Presentamos música nueva pero habrá un recorrido por todos los clásicos. Es un rally por 20 años de música. Como detalle de color te diré que son versiones originales en los que respetamos los arreglos primigenios, como se concibieron. Y hay varios músicos jóvenes. Es hermoso ver como disfrutan. La misma conexión que yo hago con Charlie ellos la hacen conmigo.
¿A qué situación se enfrentan los jóvenes músicos hoy día?
Ha dicho, por ejemplo, que fueron las propias discográficas las que crearon el virus de la piratería al idear el cedé. Por supuesto que me interesan esos fenómenos pero no soy un experto en ello como para darte un veredicto. El mundo está pegando un vuelco muy fuerte y no es hora de diagnósticos. Hay que vivirlo ahora, dejar que suceda y embarrarse en ello en lugar de ser tan moralista. Por supuesto que la democracia tecnológica trajo más subjetividades. Cada uno en su casa haciéndolo a su aire. Hay cosas que están muy buenas, otras no. Antes la industria funcionaba como cocina cultural de un país y generaba artistas. Ahora eso es un término muy difuso y no está mal que sea así. Vamos a ver qué pasa con el tiempo, unos cien años. Lo van a ver nuestros hijos. Es un proceso y los que lo vivimos a veces nos cerramos. Yo mismo he sido muy reaccionario con ciertos aspectos de la tecnología y el mundo cibernético pero por mi naturaleza romántica y criolla. Pero hay algo en mi que me dice no seas viejo choto, confiá.
En marzo de 2011 comenzará el rodaje de 'Novela', una nueva película, su tercera.
Sí. Tengo ganas pero no te voy a adelantar nada. Los guiones de las películas no se cuentan. En algún momento cometí el error de contar y no está bien. La gente se hace una idea preconcebida que después no es.
¿El cine es su terapia para desintoxicarse de la música?
Hay algo de eso. Y también generarme problemas nuevos. Te pone a prueba.
¿Firmará la banda sonora?
En este caso sí porque estará la película y un álbum donde se contará su historia con canciones. Y por otro lado estoy haciendo músicas incidentales para la peli. Eso va a ser un gran proyecto.
Cantar, componer, dirigir, actuar...
Actuar no. Soy un pésimo actor, muy exagerado. Sin embargo puedo ver cuando él otro lo está y dirigir la escena.
Que un argentino diga que sobreactúa es raro.
(Risas) Muy raro. Bueno aunque tenemos actores y actrices extraordinarios.
¿Qué significa ser argentino?
No sé, supongo que es algo único pero yo, personalmente, estoy cansado del argentinismo.
¿Qué le queda por hacer?
Todo. Estamos aquí para aprender. No sabemos nada. Cada día hay más incertidumbre porque estás más lúcido. Tienes que trasmitir con alegría, sobre todo a tu familia. Compartir eso con la gente amada. Si puedes pasarlo luego a mucha gente mejor. Estamos todos en el mismo viaje, nadie sabe nada aquí.
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posted by ciudadfitopaez at 1:55 p.m.
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