agosto 17, 2010

EL DOMINGO EN SALTA: Con Fito no hizo falta romper el hielo entre las generaciones


Vestido de blanco, sentado frente a su piano y acompañado por la pode­rosa y contundente banda de siete músicos en escena, Fito Paez se reen­contró con el público salteño en un show enérgico y fundamentalmente emocionante.

Miles de fanáticos se dieron cita para disfrutar de un espectáculo que recorrió la obra musical del rosarino.
Fito había venido a Salta por última vez hace más de 10 años para presentar uno de sus trabajos discográficos.Anoche ante una sala del Teatro Provincial colmada de espectadores, que no pararon de ovacionarlo desde el primer instante en que el músico rosarino pisó el escenario, presentó los temas de su último album “Con­fiá” y repasó los grandes clásicos de su carrera que el publico siempre quiere volver a escuchar.

Bastó con escuchar los primeros cortes de “Living in the City” para imaginar lo que vendría después: un
show de dos horas y media un total de 32 canciones y un Fito Paez dis­puesto a emocionar y evocar recuer­dos en su audiencia.

El ecital de anoche no hizo más que confirmar que sus temas siguen vigentes en el inconciente colectivo
de tres generaciones. No hizo falta romper el hielo por­ que la energía estuvo presente desde el primero momento coronado un encuentro con sus fanáticos que en nuestra ciudad esperaron durante 11 años.

El programa siguió con tiempo al tiempo (corte de difusión del nuevo album), y lugo “Confiá” y “El chico
de la tapa”. No pudieron faltar sus grandes éxi­tos “Llueve sobre mojado” tema que compuso junto al cantautor español Joaquin Sabina; “London Town” y los ovacionados “11 y 6” y “Circo Beat”.

A la mitad de la noche recordó una experiencia que vivió en Salta años atras y que le sirvió para escribir
“Shinning of the Sun”, composición con la que en el año 1984 homenajeo al “Cuchi” Leguizamón en un festi­val en La Falda, Cordoba. Fito man­tenía una gran amistad y admiración por el músico y compositor salteño.

Con un público que en cada mo­mento parecía enfervorizrse mucho más, comenzo a tocar sus grandes
clásicos en el repertorio más espera­do de la noche. Allí fue que el músico y su banda se lucieron con un “Vesti­do y un amor”; “Limbo mambo”; “El diablo de tu corazón”; “Natura­leza sangre”; “El mundo de hoy”; “Allado del camino”; “La rueda mágica” y a “A rodar mi vida”. El fervor en el público era a esas alturas algo incon­ tenible.

Fito llegó dispuesto a brindarse al publico. Casi ni habló en el recital. Sólo tocó y dedicó canciones con
una entrega total al publico que lo ovacionaba. Desde la segunda mitad del espec­taculo la gente ni se sentó en sus bu­tacas y el clima en el teatro se com­pletó con una simbiosis total entre el músico y sus fanáticos. Foto, cantos y baile: la euforía que sólo da la alegría en medio de un clima festivo.

No hizo falata que la gente le pida temas porque Fito no dejo canciones sin tocar. El rosarino había vendio a Salta a presentar en el año 1999 su octavo trabajo discográfico “Abre”, en el de­ saparecido Teatro de la Ciudad. Dede aquella epoca hasta hoy, el talento de Fito superó las generacio­nes y se reinventó para un público nuevo.

Anoche en el teatro provin­cial se conjugó lo de antes y lo de ahora, tanto