noviembre 01, 2010

30/10 en MEXICO.

Fito Páez vino a ofrecer su corazón
Melina Amao Ceniceros
Domingo 31 de Octubre de 2010 20:00

Valle de Guadalupe.- "¿Qué pasa entre el vino y la música?". Ésas fueron las primeras palabras de Fito Páez al apoderarse del escenario instalado para su show en el viñedo Encuentro Guadalupe, el último sábado de octubre. Y ¿qué pasa, pues, entre el vino y la música? Magia, puramente magia.
Anunciado para las 7 de la tarde, el concierto del compositor y cantante argentino brindó sus primeras notas a la intemperie a las 7:20 pm, con un intro a piano que enseguida emocionó al millar de personas reunidas.
Para cuando Páez llegó al viñedo ya los asistentes habían degustado diversos alimentos y, sobre todo, bebido de la variedad de vinos artesanales de la región, porque ¿cómo ir a un viñedo, apreciar semejante paisaje a la expectativa de un excelente músico, y no brindar? El ánimo estaba en su punto.
Antecedido en un escenario alterno por los músicos Gabriela Bojórquez, Roberto Salomón y Christopher Spanos; Fito Páez empezó el repertorio con 'Si es amor' y sin interactuar con los asistentes continuó con 'Cable a tierra', antes de dar voz a un himno: 'Dale alegría a mi corazón'.

Los seguidores cantaron y alzaron en una mano su copa mientras con la otra fotografiaban al cantautor originario de Rosario, Argentina, a fin de preservar ese momento que -en efecto- alegraba cientos de corazones.

Al ver la pronta respuesta a escasos tres temas, Fito citó a Bob Dylan en su máxima "guarda las energías, las vas a necesitar", pero aquella petición era imposible de complacer frente a quien por primera vez pisaba los fértiles suelos del Valle de Guadalupe.
'Tiempo al tiempo', 'Dos días en la vida' y 'Tumbas de gloria' siguieron asentando la atmósfera bohemia y asimismo roquera, no obstante la ausencia de cuerdas o percusiones. Es que Paez se musicalizó únicamente con piano (pintoresco piano, por cierto).
Al menos así lo hizo por una hora, tiempo en que además interpretó 'Desarma y sangra' (de su compatriota Charly García), 'Un vestido y un amor', 'Zamba del cielo' (que irónicamente es un tango), la coreadísima 'Al lado del camino' y 'La rueda mágica'.

Pero en punto de las 8:20 pm, la 'Ciudad de los pobres corazones' arribó estridente al tomar Fito su guitarra eléctrica, instrumento que también ejecutó para 'Naturaleza sangre'.
Luego vino el típico engaño de retirarse del escenario, que (como ya es tradición en todo concierto) duró hasta que los gritos de ¡otra, otra! le hicieron retornar para saldar la deuda de dar voz a algunas de sus más esperadas piezas: 'Mariposa tecknicolor' y 'Yo vengo a ofrecer mi corazón', esta última a capella.
El público se fue complacido, aunque hubo quienes se quedaron esperando clásicos como 'El amor después del amor'. Sin embargo, qué se le puede reprochar a quien inició en suelo bajacaliforniano su gira por México, país donde Fito Páez continuará en promoción de su material Confía pero en conciertos masivos bajo techo, nada que pueda superar la experiencia de disfrutarlo bajo estrellados cielos, andadores terracota, surcos con uvas y aceitunas, y sublimes bebidas espirituosas.
Varias de las rolas que ejecutó

Si es amor

Cable a tierra

Dale alegría a mi corazón

Tiempo al tiempo

Dos días en la vida

Tumbas de la gloria

Desarma y sangra

Un vestido y un amor

Zamba del cielo

Al lado del camino

La rueda mágica

Ciudad de pobres corazones

Naturaleza sangre

Mariposa tecknicolor

Yo vengo a ofrecer mi corazón

gracias Luis!