noviembre 12, 2010

Fito Páez se lleva la noche en el Diana. DIARIO INFORMADOR


Para celebrar 30 años de trayectoria, el artista tuvo como invitado al cantautor local Gerardo Enciso

GUADALAJARA, JALISCO (11/NOV/2010).- Memorable. Así fue el concierto que ofreció anoche el cantante argentino Fito Páez en el Teatro Diana, donde convocó a cerca de dos mil 400 de sus seguidores, quienes durante casi dos horas de show vibraron con los temas más representativos del astro sudamericano.
El cantautor local Gerardo Enciso, invitado especialmente por el argentino, fue el encargado de iniciar el recital con cinco temas acompañado por su guitarra acústica.
Posteriormente vinieron 10 minutos en los que, cual partido de futbol, el público coreó cánticos dignos de un encuentro del Boca.
En punto de las 20:55, horas tras apagarse las luces y escucharse un potente riff de guitarra eléctrica, Fito Páez salió al escenario acompañado por siete músicos e inició su entrega con la canción Folies Verghet.
Vestido con un traje blanco, el argentino dijo que para él es un lujo tocar en Guadalajara, y prometió a sus seguidores “un verdadero concierto”.
Tras el piano, el músico mostró sus dotes musicales y sonrió por la euforia de los espectadores.
Después vino Tiempo al tiempo, sencillo que se desprende de su nueva producción discográfica, Confía, que ligó con la energética pieza El chico de la tapa.
La nostalgia llegó con Llueve sobre mojado, que fue celebrada con gritos y aplausos por sus seguidores.
De Argentina con amor
Entre el público, compuesto por personas de diferentes generaciones, destacaban algunos que con banderas de Argentina daban la bienvenida a su compatriota.
Fito respondió el detalle con dos canciones en las que el piano fue el protagonista y en las que tomó como inspiración la elegancia del tango: Cable a tierra y El diablo de tu corazón.
Luces rojas llenaron el escenario, y al instante Páez dijo: “Es inevitable ser quien uno es”, y presentó Naturaleza sangre.
“Esta canción está buenísima, ha sobrevivido con el paso del tiempo y disfruto mucho tocarla”, explicó el cantante antes de tocar Tumbas de la gloria, en la que fue acompañado por un coro multitudinario.
El primer gran momento de la noche llegó con Al lado del camino, tema con el que el artista puso a los asistentes de pie y fue ovacionado con una lluvia de aplausos.
La velada mostró su lado más roquero cuando llegó Ciudad de pobres corazones, en la que a manera de preámbulo Fito dijo:
“Buenas noches Lima, buenas noches Sucre, Sidney, Londres, Kiev, Buenos Aires, Madrid, Caracas, buenas noches Guadalajara”.
Después de interpretar A rodar mi vida, Fito Páez se despidió, y tras escuchar los gritos eufóricos de sus fanáticos, regresó para poner el punto final a la velada con las canciones Cadáver exquisito, Esta tarde vi llover, Dar es dar y Mariposa technicolor.

Numeralia
2 horas de concierto
7 músicos
21 canciones
2400 asistentes