mayo 20, 2011

Fito Páez ACTÚA ESTA NOCHE EN EL PRINCIPAL, A LAS 21 HORAS: "Tocar solo con el piano, sin banda, es una forma de libertad"


Nacido en Rosario (Argentina) hace 48 años, llega a Zaragoza dentro de su gira ´Solo piano´

--¿Se ha cansado de los grandes recitales?

--¿Lo dice porque tocaré solo con el piano? ¡Qué va! Es algo que hago habitualmente cada cierto tiempo porque me permite una gran libertad y tocar un repertorio más ecléctico y así de paso descanso de la actividad de la banda, que es muy enérgica y con mucho movimiento. Para mí es mucho más entretenido estos conciertos porque puedo improvisar y tocar, por ejemplo, temas de otros autores.

--¿De verdad a un roquero como usted le gusta más tocar sin banda?

--Sí, claro. ¿Qué le extraña? Es una forma más de vincularte y exponerte con el instrumento sobre el escenario. Para mí, es una forma de libertad.


--¿Qué es lo que va a ver el público zaragozano en su concierto?

--Un artista que tiene muchos repertorios diferentes que la gente ya tiene incorporados en su propia cabeza... Aunque, si le digo la verdad, en realidad no sé lo que van a escuchar esa noche porque ni yo mismo lo sé hasta minutos antes del show. El otro día, por ejemplo, toqué todo el repertorio del grandísimo Charly García y, al día siguiente, hice un concierto solo instrumental porque me apeteció en ese momento... Quizá en Zaragoza toque de mi disco Rodolfo, que hice con el piano o quién sabe qué es lo que me saldrá. Tengo muchas posibilidades. El tocar solo con el piano, sin banda ni nadie más, te permite estas libertades de decidir las cosas apenas una hora antes de salir a escena.

--El público no sabe lo que se va encontrar... ¿pero hablamos en positivo?

--Por supuesto. Les aseguro que van a salir diferentes a como entraron en la sala, que se lo van a pasar muy bien y que van a sentir la música.

--¿No le cuesta cada vez más dejar a sus hijos en Argentina y venirse a tocar a España?

--¡También tengo una parte de familia en España! Y estos viajes no son más que una excusa para poder estar con ellos y no dejarlos de lado.

--¿De dónde saca las fuerzas para seguir sobre un escenario después de ser el roquero argentino que tiene el disco más vendido de la historia?

--El escenario, más allá de las vanidades que no sirven para nada, te da una gran vitalidad y es un sitio al que quieres volver siempre, estés como estés. Es un sitio que te exige una disciplina muy rigurosa pero muy placentera.

--¿Sigue pensando que la música latina está pasando por un momento lamentable, como usted mismo dijo hace unos cuantos años?

--Es lo más probable, pero también le digo que son dinámicas que van y vienen. Es cierto que la tradición inventiva americana relacionada con la música popular, que tanto ha dado a este mundo, está pasando por un páramo helado. No sucede gran cosa, aunque esto se va a acabar moviendo porque lo de ahora no se corresponde con la naturaleza del lugar.
--¿Este mal momento tiene que ver con la situación actual del mundo?
--Por supuesto. Hay unos timonazos muy fuertes de cambio de dirección con una tecnología preponderante y, a día de hoy, todavía estamos tratando de entender y asimilar bien las cosas. Pero, al final, las canciones son canciones; son belleza, disfrute y concentración, por lo que el círculo que no se ha terminado de cerrar, lo hará. No me cabe ninguna duda.