Crónica y 8 claveles...desde Perú

Los sueños, a veces, se hacen realidad...
Lima, 29 de Junio del 2011 La mañana del 29 de junio me desperté con nerviosismo, ansias de saber que probablemente Fito llegaría ese día a Lima. Con una amiga fuimos a comprar unos posibles regalos que en el mejor de los casos le entregaríamos a Fito. Eran las 8 de la noche aproximadamente y decidimos ir al aeropuerto, guiados por los vuelos a Buenos Aires que llegaban ese día, nos equivocamos, pero igual sabíamos que algo podíamos conseguir. Llegamos al aeropuerto más de las 8 de la noche, el primer vuelo que habíamos calculado llegaba de Buenos Aires aterrizaba en Lima a las 20: 40, al parecer no era, seguimos esperando y una llamada de un amigo periodista nos hizo cambiar la pista, Fito no llegaría de Buenos Aires, sino de Costa Rica. Cambio de planes. Ahora que lo pienso bien, creo que Fito no llegó desde Costa Rica, sino desde Santo Domingo, es lo más probable considerando que tuvo un concierto allí el 28 de junio. N fin seguimos en la espera, en la baranda de las salidas internacionales y detrás de nosotras escuchamos a alguien diciendo “Fito….“. ¿Era Fito verdaderamente? Sí, era Fito y quién hablaba por el teléfono celular recién comprado era su productor: Rodolfo Muratorio. Después de darse cuenta que teníamos un cartel de bienvenida para Fito, preparado por Diana Frank, administradora de K-lamares, nos hizo el habla y pudimos contarle algunas cosas, además de hacer unas bromas y nos ganamos su confianza. Ese mismo día Fito nos firmó autógrafos y un gentil saludo. Mis amigas y yo fuimos felices. Lima, 30 de junio de 2011 Teníamos los regalos para Fito, y era una necesidad entregárselos en su mano, una llamada y otras cosas lo hicieron posible, producto de ello, una foto, una firma de mi remera de Naturaleza Sangre, un beso, un abrazo y un intercambio de palabras que nos hizo sonreír mucho. Ya lo habíamos logrado, pero íbamos por más, escucharlo tocar el piano como sólo él lo sabe hacer. Estuvimos desde antes, desde las 7 pm, esperando el concierto de Fito, adentro del local, no precisamente en el recinto en sí, pero afuera, esperando la prueba de sonido. La prueba de sonido se canceló, nos avisaron que podría ser posible, pero así fue. Felizmente ene se momento fui al baño y como no había mucha seguridad, pude ver que quién ejecutaba la prueba de sonido era Avalis sentado al piano, calculando algunas notas en el mismo. No había nada que hacer, felizmente en la tarde le habíamos entregado los regalos. El concierto empezó con cierto retraso, pero Fito salió impetuoso a ejecutar un MEDLEY. Empezó tocando el piano de pie, tocando Y Dale Alegría a mi corazón, para luego seguir con She’s Mine, Tus regalos, el amor después del amor y Tema de Piluso. La emoción era grande, no sabía que hacer, al final de cuentas nadie se sentó, todo el mundo parado y a pesar de que tenía entrada en primera fila, parada al borde de la barrera no eran más de 3 metros los que me separaban de Fito. Lo miraba y lo miraba, miraba en específico sus manos, y como estas tocaban el piano con delicadeza y euforia a la vez, miraba como sus pies tocaban los pedales del piano. Sencillamente impresionante. El recital con altas y bajas, en especial por causa de la bulla del público, Fito quería algo íntimo, siguió su curso y nos deleitó con canciones que me sorprendieron, una de ellas fue “Desarma y Sangra”, y otra que confundió a todos, fue “Detrás del Muro de los Lamentos”, ya que la gente pensó que interpretaría “Tu sonrisa inolvidable”. La velada prosiguió con la emoción respectiva, yo ya no cantaba mucho, era impresionante, solo lo veía y si cantaba (a diferencia de otros conciertos) era en voz baja y muy calmada. Al lado de Camino llegó y fue genial, es mi canción preferida, pero Fito anunció: “Vamos a ver si me acuerdo como era”, un genio en verdad. La primera parte de este concierto culminó con A rodar y un “Chau hasta mañana Lima” que dejó al público en vilo. A los pocos minutos entra nuevamente Fito al escenario, con un imponente traje amarillo y unos impresionantes zapatos morados, un genio total, entró, pidió silencio y nos encantó con su versión a Capella de “Yo vengo a ofrecer mi corazón”. Luego interpretó Dar es Dar y algo me decía que ya estaba por acabarse el concierto, había comprado un ramo de Claveles, no sabía bien por qué, mi amiga había comprado margaritas por Te ví, pero quise escoger los claveles (mas tarde esta amiga me recordaría que en 11 y 6, se cita a este tipo de flor)… Los tiré al escenario y cayeron en el borde del mismo, después de agradecer de pie al público, este los recogió y lo puso encima del piano para entonar finalmente “Mariposa Tecnicolor”. En ese mismo instante, mientras acababa de tocar Fito ese tema, mi amiga a la cual tenía al costado me avisa que Avalis me miraba desde un costado del escenario. A Alejandro Avalis lo saludé respetuosamente durante su llegada a Lima, estaba solo, mientras todos centraban su atención en Fito, le recordé que en el 2008 lo habíamos visto fuera del hotel, seguro él no se acordaría, pero sin duda es una de las figuras más importantes que están al lado de Fito desde hace muchos años. Avalis me miraba y algo estaba pasando, y esa fue mi más grande sorpresa, Avalis me enviaba con el seguridad VIP el set list del concierto. Todo un gesto que no voy a olvidar. Un reconocimiento creo yo, a estos dos días que seguí a Fito, a la búsqueda incesante de ese objetivo que había estado buscando desde que Fito dejo Lima en el 2008. Muchas cosas pasaron en esos tres años, muchas y demasiadas, pero en ese gesto, en ese simple gesto quedé convencida de que todo había valido la pena. Y aunque no tocó ninguna canción de su nuevo disco “CONFIA”, al otro día al encender mi auto y ver que canción sonaba, no pude evitar sonreír para mi misma con esta frase: “Cuidado con lo que queres, porque algún día lo podrás conseguir, no se trata solo de tu voluntad, dale... tiempo al tiempo...”. Giuliana Torres García 2 de julio del 2011 Lima, Perú
De: Giuliana Torres García

p/dGiuliana le dió 10 claveles en el aeropuerto dos se cayeron por eso el título...