diciembre 22, 2011

CHICO BUARQUE



La vuelta de Chico Buarque Por:
Carlos Galilea
21/12/2011 elpais.es
Chico Buarque es Brel, Dylan o Serrat, en portugués. Músico y poeta patrimonio colectivo. Probablemente el creador de canciones más admirado, querido y respetado por los brasileños: la única unanimidad nacional, se llegó a escribir de él en Brasil; y la actriz Fernanda Montenegro, gran dama del teatro, dijo que Chico no tiene defectos, que es perfecto.

Cinco años y una novela después –la premiada Leche derramada-, Chico Buarque ha vuelto a grabar un disco (Chico) y regresa a los escenarios. Todas las semanas, del 5 al 29 de enero, y de jueves a domingo, cantará en Vivo Rio, una sala de Río de Janeiro con capacidad para 2.000 personas. Salir a escena ya no le supone a este gran tímido el sufrimiento de antaño, hasta le tomado gusto a cantar en público.

A sus 67 años, y con unos cuarenta discos publicados -y cuatro novelas-, el autor de clásicos como O que será, Construção o A banda sigue escribiendo canciones llenas de ingenio. Chico Buarque, artesano de palabras puestas en canción, se introduce en la piel de los más desvalidos, cuenta como casi nadie la vida cotidiana y habla en femenino con una sensibilidad poco frecuente. En el último disco habla con delicadeza de una relación virtual en la red entre un carioca y una moscovita (Nina), de un hombre solitario que camina por la calle (Querido diario) y de la violencia que conlleva la esclavitud (Sinhá) o se burla de la autoría y los supuestos ladrones de canciones ajenas (Rubato). Con el narrador desmemoriado de Barafunda le hace un guiño al anciano moribundo de Leche derramada y sus olvidos selectivos y, en Essa pequena, confiesa con tierna ironía el amor urgente de un hombre mayor por una jovencita: “Mi tiempo es corto, el tiempo de ella sobra / Mi cabello es ceniza, el de ella color de calabaza / Temo que no dure mucho nuestra novela, pero soy tan feliz con ella”. Historias que desfilan sobre fondo de blues, vals, baião, marcha o samba.

Cuando en noviembre de 2006, tras varios lustros de ausencia, Chico Buarque se presentó seis noches seguidas en el Coliseu de Lisboa, con entradas agotadas, comenzaba sus conciertos con una samba de 1939 cuyo primer verso dice: “Volví a cantar porque sentí saudade".