septiembre 24, 2012

Páez dedicó su concierto a Osvaldo Fattoruso

ALEJANDRA VOLPI elpais.com.uy
Cerca de diez mil personas asistieron al recital que Fito Páez ofreció el sábado, para reflotar el repertorio más vendedor de la historia del rock argentino: El amor después del amor, en su vigésimo aniversario. Incluyó además un tributo a Spinetta.
Una de las canciones más populares del disco que lo tiene en gira es Brillante sobre el mic, una letra tan celebratoria como nostálgica, que habla del paso del tiempo y de aquellos recuerdos y personas que no se olvidan. Ese fue el clima general que acompañó las dos horas de espectáculo en el Velódromo, donde Fito Páez recordó al baterista uruguayo, recientemente fallecido, que integró su banda y colaboró en varios de sus discos, incluido El amor después del amor. Un hito que hace veinte años presentó en el Estadio Centenario.
"Este concierto lo quiero dedicar a la memoria de Osvaldo Fattoruso que hace un ratito nomás se nos fue del barrio", expresó luego de interpretar uno de sus himnos, Y dale alegría a mi corazón, sentado al piano.
La gira que empezó el 2 de junio en Chile lo devuelve en formato eléctrico a los grandes estadios. Páez viene de un largo período presentándose en teatros con aforos más reducidos y de una temporada acústica. Su última publicación Canciones para aliens prácticamente no fue reproducida en vivo, Confiá de 2010 tuvo un éxito moderado y con Rodolfo exploró la intimidad escénica al máximo. Pero yendo más atrás en el tiempo ni Circo Beat logró igualar la repercusión obtenida por El amor después del amor, el álbum más vendido del rock argentino (1.200.000 copias).
Al reflotarlo, el también cineasta, revive su estadía en la cima de la popularidad y para el público de treinta años en adelante también representa un viaje memorioso, celebratorio y nostálgico a la vez. Páez lo recrea respetando el orden y las versiones originales de las catorce canciones, valiéndose en algunos casos de pistas y grabaciones. En la banda que lo acompaña destacan especialmente el bajista de formación jazzera Mariano Otero, por su mano virtuosa y afilada, y la corista colombiana Adriana Ferrer que se luce más como bailarina y por su exuberancia (esto incluye un peinado eléctrico de gran melena), que por el desempeño vocal.
La grabación de El amor después del amor contó con una lista importante de invitados de lujo y varios de ellos tienen presencia de distintas formas en la puesta en vivo. Por ejemplo, Charly García, con quien compuso La rueda mágica, participa de forma virtual en pantalla gigante, al igual que Andrés Calamaro, que se suma al estribillo: "todos ya nos fuimos de casa, ¡para tocar rock and roll!".
Páez aclaró que por primera vez tocaría en Montevideo Pétalos de sal con los arreglos originales, es decir, con las guitarras que grabó Luis Alberto Spinetta, a quien más tarde volvió a evocar junto con el disco La la la que realizaron juntos en 1986.
La pantalla al fondo del escenario sirvió para proyectar a Fabiana Cantilo y Celeste Carballo durante Dos días en la vida y sobre todo para darle protagonismo a la musa del álbum: Cecilia Roth. El momento de mayor lucimiento de la actriz es durante la exhibición del siniestro videoclip de Sasha Sissi y el círculo de baba, en el que mantiene relaciones sexuales con Páez y termina siendo víctima de un hombre desequilibrado mentalmente, que la mata.
El único invitado de la noche fue el líder de Hereford, Diego Martino, conocido y presentado por Páez como "El chirola", para hacer a dúo Brillante sobre el mic. Y no es gratuito decir que estuvo brillante, porque a pesar de no ser un gran cantante, su interpretación no sonó improvisada y el tema va bien con su estilo. Una vez terminado el repaso de El amor después del amor el rosarino no se detuvo y dio paso a otros títulos de su enorme inventario de clásicos. La fiesta continuó.

El País Digital

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Esto es kultura? como esta la abuelita?

3:49 p.m.  

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