Entrevista a Eduardo Martí.
Fito Páez y Luis Alberto Spinetta, en la sesión para la tapa de La la la (1986). Foto: Eduardo Martí
Haciendo tapas
Trabajar con lo que se tiene al alcance de la mano. Ese, asegura Eduardo
Martí, es el criterio que siempre siguieron con Luis Alberto para las
fotos que hicieron juntos. Para la tapa de Durazno sangrando, por
ejemplo, Spinetta construyó el durazno, lo pintó, lo decoró y lo
llevaron una mañana a los lagos de Palermo, donde hicieron las fotos con
los restos de espejo. “Es realmente un pedazo de espejo, porque no
había fotoshop en ese entonces”, se ríe Dylan, que al recorrer las fotos
incluidas en la muestra va revelando pequeños detalles de las que son
de su autoría. La idea de la foto de La la la, el disco a dúo con Fito
Páez, fue de Luis, cuenta. “Las hicimos una noche en la casa que Fito
alquilaba con Fabiana Cantilo en Pampa y Forest –precisa–. Todo el
proceso fue mecánico, hoy la idea de hacer mezclar los rostros en uno
sólo se podría realizar a la perfección.” Hay otra foto en la muestra en
la que Spinetta está disfrazado de torero en medio del campo y Martí
precisa que es el vestuario del video Es la medianoche, y que las fueron
a hacer en el Tigre, porque pensaban que estaban necesitando fotos de
prensa. La sesión con las formas geométricas, por ejemplo, son de la
época de Tester de violencia. “Las figuras las construyó Gustavo
Spinetta, que también es un gran artista plástico”, agrega. Sonríe ante
una secuencia titulada La ley del baldazo, en la que Luis se ríe luego
de ser mojado por su hermano Gustavo. “Las hicimos en la terraza de la
casa de Luis, durante un clásico verano porteño.” Y ante la foto de tapa
de El jardín de los presentes, una de cuyas variaciones está incluida
en la muestra, Martí cuenta que el modelo de tapa es Dyuri Gubitsch, el
hermano del guitarrista de Invisible, agregado para ese disco. “Esa foto
está hecha en el patio de la casa de Luis, en la calle Arribeños. Y lo
que buscamos al hacerla era lo de siempre, generar un clima, que
transmitiera una sensación de misterio”, explica Dylan, que revela que
él fue el que bautizó el disco. “Entre las charlas que teníamos, se me
ocurrió sugerirle ese título y a Luis le encantó. Tenía que ver con el
jardín donde estamos presentes todos y donde estaremos cuando ya no
estemos en este mundo. Vamos a estar seguramente en algún jardín
imaginario. Vaya a saber. O por lo menos creamos que nos va a suceder
eso.”
EN OCTUBRE.
A días de la inauguración en la Biblioteca Nacional, el mismo Dylan, Renata Schussheim y Rodolfo García aceptaron hablar de esas fotos increíbles que ayudaron a forjar el imaginario único de Spinetta. Además, habrá charlas, conciertos y películas.
aquí están las otras notas.!
EN OCTUBRE.
A días de la inauguración en la Biblioteca Nacional, el mismo Dylan, Renata Schussheim y Rodolfo García aceptaron hablar de esas fotos increíbles que ayudaron a forjar el imaginario único de Spinetta. Además, habrá charlas, conciertos y películas.
aquí están las otras notas.!
SUBNOTAS
- Admiración mutua
Por Renata Schussheim - Primeros pasos
Por Rodolfo Garcia - Haciendo tapas
- Spinetta. Los libros de la buena memoria
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