noviembre 10, 2013
Charly y Fito dos amigos inmortales
Los artistas argentinos, hitos del rock en español y
cómplices en lo personal y lo artístico, actuarán juntos este viernes en
el coliseo El Campín.
En el escenario, sentados frente al piano, Charly García y Fito Páez
se observan a los ojos y ríen: “¡Rodolfito!”, llama el primero al
segundo, cantando 'Confesiones de invierno'. Ha pasado mucha agua bajo
el puente de esta larga amistad.La resistencia de estos dos titanes del
rock argentino, sobrevivientes en un mundo melancólico –tan distinto al
del siglo XX– en el que no habitan ni Luis Alberto Spinetta ni Gustavo
Cerati, concluye en un inefable reencuentro: cara a cara, los dos,
envueltos en sus rizos encanecidos y sus gafas de pasta, se miran
idénticos, como en un espejo.
Ahora, además de rodar juntos, como lo harán en su concierto en Bogotá este viernes 15,
y de lanzar en simultánea ambiciosos proyectos, ambos andan volcados en
sus libros: Charly presentó en septiembre 'Líneas paralelas', mientras
que Fito ha promocionado este año la novela 'La puta diabla'.
“Cuando el mundo tira para abajo, es mejor no estar atado
a nada; imaginen a los dinosaurios en la cama”, cantaba Charly, el
bigote bicolor, en uno de los momentos más brillantes de su historia en
el rock. Ni él ni Fito están listos para ser llamados dinosaurios del
rock.
Han sido exactamente 30 años de amistad, desde que Charly
buscó al entonces tecladista de Juan Carlos Baglietto en su camerino
para saludarlo y luego invitarlo a su banda, en lugar del joven Andrés
Calamaro, quien se iba para Los Abuelos de la Nada. Y Fito hace
presencia entonces en los álbumes 'Piano bar' y 'Clics modernos'; este,
probablemente, la piedra filosofal del rock del cono sur.
También ha sido la amistad de quien socorre al otro en
sus momentos aciagos, cuando los excesos le impedían entregarse al
público y explotaba escandaloso, a veces en el mismo escenario.
Este es definitivamente otro siglo. Si el rock argentino
en los años 70 y 80 estaba marcado por las restricciones que le imponía
la dictadura, hoy lo está por la circulación descontrolada de MP3 a
través de Taringa!, una plataforma de Internet creada por compatriotas
suyos.
“Mi próximo proyecto es hacer música debajo del agua”,
dijo García en la rueda de prensa en la que presentó Líneas paralelas.
Faltaba más de quien siempre supo quebrar paradigmas dando el paso
adelante (paradójicamente, una vez lo hizo ¡lanzándose a una piscina!).
Lo que han adelantado extraoficialmente los organizadores
del concierto en Bogotá es que el espectáculo de Charly García va a ser
similar al que dio recientemente en el Teatro Colón de Buenos Aires y
que recogió emotivas reseñas: junto a la orquesta Kashmir –que es en
realidad como dos cuartetos de cuerdas– y que dirigió el violonchelista
Patricio Villarejo, quien ha sido arreglista en discos de Osvaldo
Pugliese, Ástor Piazzolla, Mercedes Sosa y Andrés Calamaro.Villarejo
estuvo incluso en la orquesta de la gira ‘20 años de El amor después del
amor’, de Fito Páez.
“Él (Charly) pretendía algo minimalista, simple pero
contundente: una versión más carismática, donde la orquesta interactúa
con el artista y no lo tapa, es un instrumento más”, dijo Villarejo de
este show en entrevista con el portal Rock.com.ar.
Ha sido un año emotivo para el hombre del bigote bicolor.
En febrero vivió el reencuentro de Seru Giran (con David Lebón y Pedro
Aznar) en el Cosquín Rock 2013, y cantaron Perro Andaluz y Seminare.
Además, en el 2012 lanzó su colección ‘60x60’, una revisión de 60
canciones suyas al momento de llegar al “sexto piso”.
Fito Páez, por su parte, viene a Colombia días antes de
lo que será el lanzamiento de su tercera producción discográfica en el
2013, un año muy prolífico: el 19 de noviembre presenta Yo te amo, que
tiene 11 canciones inéditas y aparece después de El sacrificio –un álbum
exclusivo para los asistentes a sus conciertos en el Luna Park– y el
digital Dreaming Rosario.
La noche del viernes será otro episodio más de esta amistad sempiterna.
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