mayo 26, 2014

ECUADOR.

http://www.elcomercio.com/tendencias/cinco-momentos-curiosos-vida-de.html (NOTA COMPLETA EN EL LINK)
Cinco momentos curiosos                       
en la vida de Fito Páez

Fito Páez, cantante argentino


Antes de su regreso a Quito después de una década -el próximo sábado 31 de mayo en el Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE)- conozca cinco citas de Fito Páez, un ícono del rock argentino, que grafican partes esenciales de su vida y que no han sido tan conocidas dentro de la cultura pop.

1. Alumno del 'loco' Desde muy temprana edad el músico se nutrió de las influencias de grupos argentinos como Almendra y Sui Generis. Sin embargo, la figura y el genio de Charly García fue determinante en sus primeros pasos musicales. Cuando tuvo la oportunidad de llegar a tocar con él tuvo sentimientos algo encontrados. "De muy chiquito, cuando entré a la sala de García por primera vez y él estaba haciendo 'Modern Clix' -es un momento que recuerdo con mucha precisión-, lo veo al tipo armar Bancate ese defecto. No soy un extraño, Pecado mortal... y digo: Ah, ah, ah... si voy para adelante, me lo tengo que cargar a éste. La herencia te toma, no la decidís. En un momento te agarró y ya estás adentro".

2. En el destape total de Ibiza Como parte de la banda de Charly García, Fito Páez tuvo la oportunidad de tocar por primera vez en España, específicamente en el balneario de Ibiza. De esa experiencia recuerda la locura y el destape de la juventud de aquella época a inicios de los 80 en Europa. "(Había) mucho rocanrol, muchos baretos donde se tocaba, se salía de noche. Había muchos planes, la democracia no tenía tantos años. Yo igual llegué a mediados de la década. La primera vez que estuve en España fue con Charly, en Ibiza, en el destape total, año 83. Locura. Me acuerdo que me recibió una amiga en el aeropuerto de Ibiza. Desnuda (se ríe). Literalmente desnuda". 
3. Las penurias económicas antes del éxito Con su segundo disco 'Giros' (1985) su nombre se ganó el respeto de sus colegas argentinos. Sin embargo, en esos días la situación seguía siendo de lucha diaria con la economía y, en general, con la aventura de dedicarse por completo a la música. "En ese momento (la época previa a 'El amor después del amor') no tenía ni para pagar el alquiler. Trabajaba poco, habían matado a mi familia... Estaba muy paria. Vivíamos de prestado en la casa de un amigo en Hidalgo y Arengreen, llena de piojos y ladillas. Pero teníamos la plata para comprar cerveza y ensayar todos los días. No necesitábamos más que eso".


4. La reinversión Tras la llegada de la placa 'El amor después del amor (1992)' -que es hasta la fecha el álbum más vendido en la historia de Argentina- todo el esplendor económico que supuso las ventas de más de 750 000 copias fue invertido en proyectos nuevos y en un estilo de vida que es consciente del mes a mes de la clase media. "Yo no tengo una cuenta bancaria que me permita parar dos meses, por ejemplo. No te olvides que cuando gané dinero fue con 'El amor después del amor', y eso lo invertí todo en hacer el estudio (Circo Beat) y en (la película) 'Vidas privadas', que me llevó muchos años. Siempre tuve una economía estándar, digamos. De llegar mes a mes. Sumado a los movimientos familiares -los niños, los viajes, las mujeres con las que viví, las separaciones- todo eso te genera una navegación, digamos, hace que tengas que estar activo".

5. De cabaret con Sabina Uno de los discos más interesantes de su carrera fue 'Enemigos íntimos' (1998),que fue realizado de forma colaborativa con el español Joaquín Sabina. Mucho se supo del ambiente poco favorable que hubo entre ambos durante las sesiones de grabación. Lo que quizás es menos conocido es cómo se llegó a dar tal colaboración y bajo qué ambiente. "Surgió de risas, de bares, de estar en una plaza y de irnos a un boliche de putas con Joaquín en México. De quedarnos hablando sobre los poetas españoles, y de música y de tal o cual cosa, y 'cómo me gustaría hacer tal versión de tal tema', rodeados de putas. Era muy delirante la escena: fuimos allí porque queríamos tomar un trago nada más, pero el único lugar que encontramos en la zona roja del D.F. fue esa especie de cabaret".