noviembre 07, 2018

El día que Fito Páez despertó en un cabaret salteño

Fito Páez en 1987. Foto: revista Rock & Pop.
A fines de la década del 80, el músico vivió una experiencia que después volcó en una de sus canciones. Conocé la historia. 
Como escribió Fabián Casas, uno puede estar seguro de los lugares donde le sucedieron las cosas, pero nunca de manera exacta del tiempo en el que ocurrieron. Porque, como explica el escritor, las cosas suceden en el espacio y eso es lo único de lo que estamos seguros: “El tiempo, en cambio, es una fábula que se cuentan los hombres”.
Fito Páez no se acuerda qué día despertó en un cabaret de nuestra provincia, sólo recuerda que fue en medio de la época más triste de su vida. Todavía siente la angustia que lo llevó hasta allí pero no cómo terminó en ese lugar.
Abrió los ojos, estaba solo en una habitación pequeña y precaria, de piso de tierra. Se escapó por una ventana y se dio cuenta de que estaba en medio de la ruta. Tuvo que hacer dedo para volver a nuestra ciudad.
Fué entre 1987 y 1988, la etapa de los discos Ciudad de pobres corazones y Ey!, trabajos llenos de oscuridad que reflejaban el estado de ánimo del músico rosarino.
Su entorno reconoce que eran días en los que no podían dejarlo solo. Fito estaba tan mal que se perdía en el alcohol. Cualquier cosa servía como excusa para escapar.
Más de una década después, en el año 2000, Fito intentó reconstruir ese momento. Lo hizo en la canción “The shining of the sun”, publicada en el disco Rey Sol. Allí, en una balada jazzera al piano, con la melancolía etílica de Tom Waits, Fito cantó: “Tomé, tomé, tomé / Tomé, hasta morirme tomé / Tomé, tomé, tomé / Estaba tan triste joder / No sé, si vi un delfín / No sé, si vi un jaguar / La virgen del luján / O eran las luces del bar // Después me desperté / En Salta, en ese cabaret / No había nadie allí / Por Dios cómo llegué hasta allí
*Nota de Internet.